Página 229 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Capítulo 22—Salario para los obreros de las casas
editoras
Una escala de sueldos sería apropiada
—Cada obrero de nues-
tras instituciones debiera recibir una compensación justa. Si los
obreros reciben remuneraciones adecuadas, tienen la satisfacción de
efectuar donativos a la causa. No es correcto que algunos reciban
una cantidad considerable como salario, mientras otros que realizan
fielmente trabajos indispensables, reciben muy poco.
Sin embargo, hay casos en los que es necesario hacer una dis-
tinción. Hay empleados de la casa editora que cumplen pesadas
responsabilidades y cuya obra es de gran valor para la institución.
En muchos otros cargos tendrían considerablemente menos preo-
cupaciones y un beneficio financiero mucho mayor. Todos pueden
ver la injusticia que se comete al pagar a tales empleados sueldos
que no son superiores a los que perciben obreros que sólo cumplen
tareas mecánicas.—
Testimonies for the Church 7:207
.
Una escala de sueldo equitativa
—Mientras estaba en Suiza,
me informaron desde Battle Creek que habían ideado un plan según
el cual ningún obrero de la oficina debería recibir más de doce dóla-
res por semana. Dije en esa ocasión que eso no resultaría, porque
algunos necesitarían recibir un sueldo más elevado. Pero a ninguno
relacionado con la oficina debería dársele el doble de esa cantidad,
porque si unas pocas personas insumen tantos recursos de la te-
sorería, no es posible hacer justicia a todos. Los sueldos elevados
proporcionados a unos pocos constituyen el plan del mundo, mien-
tras reciben menos otros obreros igualmente meritorios. Esto no es
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actuar con justicia.
El Señor tendrá a hombres que le amen y le teman relacionados
con cada escuela, imprenta, sanatorio y casa editora. Sus sueldos no
deberían fijarse siguiendo las normas mundanas. Debería ejercerse,
hasta donde sea posible, un juicio excepcional para mantener, no una
aristocracia, sino una igualdad, lo cual constituye la ley del cielo.
“Todos vosotros sois hermanos”.
Mateo 23:8
. Unos pocos obreros
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