Página 238 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
institución. Las acusaciones que usted está a punto de lanzar judi-
cialmente contra la Review and Herald son mayormente resultado
de sus propias acciones.
El plan artificioso de pagar sueldos más elevados [en la Review
and Herald] a un número reducido de empleados, concebido por
usted y sus asociados, era totalmente opuesto a los principios que
hasta entonces se habían practicado en la institución.
Este asunto me ha sido presentado con toda claridad. En las
reuniones, su voz era la que estaba más cargada de urgencia y deter-
minación a llevar a cabo esos planes; se proponía dar a unos pocos
empleados sueldos mayores, y pagar sueldos menores a un gran
número de obreros que trabajaban con la misma fidelidad que los
que reclamaban sueldos más elevados...
Lo conmino en el nombre de Cristo a retirar su pleito judicial,
porque está hiriendo a Cristo al deshonrar su causa. Con la misma
justicia se le podría hacer a usted una demanda judicial por for-
mular planes que disminuyeron el poder de la Review and Herald
para efectuar la obra que debería haberse hecho en el sostenimien-
to de misioneros en el campo. Considere el fruto de sus propias
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acciones, la realización de planes que echaron a perder el histo-
rial de la institución. Su voz ha hecho mucho para urdir proyectos
equivocados.—
Carta 227, 1905
.
Creación de una unión para obtener salarios más elevados
Debido a la gran obra que debe realizarse, nuestros obreros deberían
estar dispuestos a trabajar por una remuneración razonable. Aun
cuando pueda obtener sueldos mayores, Ud. debería considerar el
ejemplo de Cristo que vino a nuestro mundo y vivió una vida de
abnegación. Justamente ahora significa mucho qué sueldos están
exigendo nuestros obreros. Si Ud. pide y recibe un sueldo elevado,
se abre la puerta para que otros hagan la misma cosa. La exigencia
de sueldos elevados por parte de los obreros de Battle Creek fue lo
que ayudó a echar a perder el espíritu de los obreros de aquel lugar...
Los fundamentos de la causa de la verdad presente se colocaron con
abnegación y sacrificio personal. Este espíritu egoísta y codicioso
es enteramente opuesto a estos principios. Es como la lepra mortal
que con el tiempo enfermará todo el cuerpo. La temo. Necesitamos
prestar atención para no dejar de lado el espíritu sencillo de abnega-