Página 239 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Salario para los obreros de las casas editoras
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ción que caracterizó a nuestra obra en los primeros años.—
Mensajes
Selectos 2:225, 226
.
Enfrentando una situación de emergencia con salarios me-
nores
—Si cuando estáis en apreturas financieras dejáis que vuestros
obreros competentes se vayan para establecerse por su cuenta, dentro
de poco tiempo desearéis tenerlos de vuelta. El asunto de las finan-
zas puede dirigirse muy bien si todos los obreros están dispuestos a
recibir menos sueldo cuando escasean los recursos. Este es el princi-
pio que Dios me reveló para que fuese practicado en nuestras casas
editoras. Habrá abundancia de trabajo y vuestra obra necesitará a
estos mismos hombres. ¿No deberíamos estar todos dispuestos a
restringir nuestros requerimientos en un momento cuando el dinero
escasea tanto?
[278]
Mi esposo y yo trabajamos guiados por este principio. Dijimos:
“La casa editora es una institución del Señor, de modo que economi-
zaremos y reduciremos nuestros gastos hasta donde sea posible”. El
Señor requiere abnegación de todos sus siervos para hacer avanzar
su obra y llevarla al éxito. Que cada obrero haga lo mejor de su
parte ahora para sostener y proteger nuestras casas editoras en... ¿No
pensáis que al Señor le agradará ver que este espíritu domina en
nuestras instituciones? Debemos llevar los principios a la obra. Jesús
dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz cada día, y sígame”.
Lucas 9:23
. ¿Estamos listos para
seguir a Cristo?—
Carta 25, 1896
.
Nuestras instituciones deben estar por completo bajo la supervi-
sión de Dios. Fueron establecidas con sacrificio, y sólo con sacrificio
podrá llevarse a cabo su obra.—
Carta 25, 1896
;
Mensajes Selectos
2:236, 237
.
[279]