Capítulo 25—Búsqueda de colportores evangelistas
Hambre por el Evangelio puro
—Vivimos en un tiempo cuan-
do ha de hacerse una gran obra. Hay hambre en la tierra por el
Evangelio puro, y el pan ha de darse a las almas hambrientas. No
existe oportunidad mejor para realizar esta obra que la que se ofrece
al consagrado colportor. Miles de libros que contienen la preciosa
luz de la verdad presente deben ser colocados en los hogares de la
gente en nuestras grandes ciudades.—
Servicio Cristiano Eficaz, 189,
190
.
Es necesario buscar y preparar nuevos obreros
—Que los pu-
blicadores y los directores de publicaciones obren con entusiasmo
a fin de animar a los colportores que ahora trabajan en el campo
de acción, y para buscar y entrenar nuevos obreros. Que cada uno
fortalezca y edifique la obra tanto como sea posible sin debilitar
el trabajo de los demás. Que todo se haga con amor fraternal y sin
egoísmo.—
Testimonies for the Church 6:328
.
Se debe actuar con rapidez para discernir el talento
—
Cuando consideramos el surgimiento y el progreso de la obra de
publicaciones, desde el comienzo y hasta el momento actual, agrade-
cemos a Dios y cobramos ánimo. Sin embargo, nuestra responsabili-
dad hacia las multitudes desprevenidas nos insta a realizar mayores
y más sistemáticos esfuerzos para poner en acción muchos medios
para hacer circular nuestros libros, revistas y folletos. Quienes co-
nocen las posibilidades de esta rama de la obra misionera, y tienen
habilidad para enseñar, tienen mucho que hacer en el entrenamiento
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de obreros.
Nuestra feligresía crece constantemente, por lo cual hay que
enseñar con paciencia a los inexpertos para que tomen su parte de la
carga que descansa sobre el cuerpo de creyentes. Además, muchos
de nuestros hermanos y hermanas que han estado más tiempo en
la fe, que han estado activos en la distribución de publicaciones en
el pasado, todavía necesitan instrucción sistemática concerniente a
los métodos de trabajo. Los que ocupan cargos de responsabilidad
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