Página 269 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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mensaje de misericordia al mundo, y trabaje con el poder del Es-
píritu Santo. Hay muchos lugares donde no se puede oír la voz del
ministro, lugares que pueden ser alcanzados únicamente por medio
de nuestras publicaciones: libros, revistas y folletos llenos con las
verdades bíblicas que la gente necesita.
Vivimos en los días finales de la historia terrena. En el mundo hay
mucha gente descuidada; para ellos, las verdades más importantes
no tienen más valor que las historias insustanciales, y no causan
impresión alguna en sus mentes y corazones, y ningún cambio en su
carácter. Pero hay algunos que escucharán el mensaje de Dios y que
no descansarán hasta que comprendan su Palabra. —
Manuscrito 40,
[312]
1903
.
Hoy se necesitan hombres como Caleb
—El tercer ángel que
vuela en medio del cielo proclamando los mandamientos de Dios y
el testimonio de Jesús, representa nuestra obra. El mensaje no pierde
nada de su fuerza mientras el ángel vuela hacia adelante, porque
Juan vio el aumento de su fuerza y poder hasta que toda la tierra
quedó iluminada por su gloria. La dirección del pueblo de Dios que
observa sus mandamientos es hacia adelante, siempre adelante. El
mensaje de la verdad que proclamamos debe llegar a toda nación,
tribu, lengua y pueblo. Pronto se proclamará con gran potencia y la
tierra será alumbrada con su gloria. ¿Nos estamos preparando para
este grandioso derramamiento del Espíritu de Dios?
Instrumentos humanos serán usados en esta obra. Hay que inten-
sificar el fervor, la diligencia y la energía; los talentos que se están
enmoheciendo a causa de la inacción deben dedicarse al servicio. La
voz que sugiere: “Espera. No permitas que nadie te imponga respon-
sabilidades”, es la voz de los espías cobardes. Ahora necesitamos
hombres como Caleb que avanzarán hacia adelante, capitanes en
Israel que con palabras animosas presentarán un poderoso informe
en favor de la acción inmediata. Cuando la gente egoísta, amadora
del ocio y presa del pánico, asustada por los gigantes y las murallas
inaccesibles, clamen pidiendo la retirada, permítase que se oiga la
voz de los Calebs, aunque los cobardes armados con piedras estén
listos para apedrearlos por su valeroso testimonio.—
Testimonies for
the Church 5:383
.
Jóvenes que son apartados de la obra del colportaje
Algunos jóvenes se han dejado inducir [por los dichos] a dedicarse a