Página 268 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
para sentirse motivados a trabajar. El Señor está pidiendo obreros
ahora mismo...
Nuestra comisión consiste en hacer resplandecer la luz en todas
partes desde la casa editora. Con ayuda de los materiales impresos,
la luz llega a iluminar a las personas aisladas, quienes no tienen
oportunidad de oír al predicador. Esta es una obra misionera muy
bendecida. Los colportores pueden ser la mano ayudadora de Dios
que abre puertas para que penetre la verdad.—
The Review and
Herald, 7 de octubre de 1902
.
Los colportores deben amonestar las ciudades mientras eso
sea posible
—¿Quién podría dudar que estamos viviendo en tiempos
peligrosos? Cuando Cristo describió la ruina de Jerusalén, contem-
pló el futuro e incluyó en su descripción la todavía más terrible
destrucción del mundo. Lo expresa de este modo: “Como fue en
los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque en
los días anteriores al diluvio, la gente comía y bebía, se casaban y
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se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca.
Y no entendieron hasta que vino el diluvio y los llevó a todos. Así
también será la venida del Hijo del hombre”.
Mateo 24:37-39
.
Los ángeles destructores están cumpliendo ahora su misión.
Habrá muertes en todas partes. Por eso estoy tan ansiosa porque se
amoneste a nuestras ciudades. Hay una obra que debe efectuarse en
nuestras ciudades por medio del colportaje, la que todavía no se ha
llevado a cabo.
Cristo, en sus enseñanzas, ha dejado lecciones valiosísimas con
respecto a los últimos días. ¡Ojalá que hombres y mujeres se enteren
del peligro que corren, antes de que sea para siempre demasiado
tarde!
El día del Señor se aproxima como ladrón en la noche, no para los
que están despiertos espiritualmente, sino para los que dormitan, para
los que son indiferentes y apáticos. La bendición de Dios descansa
sobre los obreros que amonestan a los que no están preparados para
encontrarse con él. La santidad está unida con la misericordia, en la
misma forma como el efecto se relaciona con su causa.—
Carta 176,
1903
.
Muchos lugares son alcanzados únicamente por las publica-
ciones
—Dios espera que su pueblo que vive en este período de
la historia del mundo, proclame con la voz y la pluma el postrer