Página 267 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Búsqueda de colportores evangelistas
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que sea el grado de instrucción, puede llevar el mensaje.—
Joyas de
los Testimonios 3:294, 295
.
Enseñad perseverancia en la obra del colportaje
—Tengo al-
go que debo decirle. Usted ama la verdad, pero sus afectos han
estado manifiestamente divididos entre el servicio a Dios y el ser-
vicio a Mammón. Algunas cosas se interponen como poderosas
barreras e impiden que Dios lo use como un hombre capaz de hacer
avanzar su causa y representar adecuadamente su fe. Los planes que
usted ha puesto en acción en su obra misionera no han resultado
para su bienestar espiritual o para la salud moral de las personas con
quienes entra en contacto...
Usted ha mezclado intrigas, compras y ventas con la obra de es-
parcir nuestras publicaciones y presentar la verdad. Esto constituye
una lamentable combinación. Mientras trata de obtener ventajas per-
sonales, usted se siente atraído por la posibilidad de comprar barato
y vender caro. Por eso la gente lo considera un estafador, un hombre
que está dispuesto a obtener ventajas personales sin considerar a los
demás. Usted no guarda los mandamientos de Dios, porque no ama
a su prójimo como a sí mismo. Si hubiera amado a Dios de todo
corazón, no tendría que luchar contra sus tendencias deshonestas. Su
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deseo codicioso de obtener ventajas le causa un gran perjuicio espiri-
tual. Al complacer esta tendencia, usted se está colocando a merced
de la pobreza, a menos que se convierta completamente.—
Carta 3,
1878
.
Colportores evangélicos en lugar de predicadores
—La dis-
tribución de nuestras publicaciones es una rama importante y pro-
vechosa de la obra evangélica. Nuestras publicaciones pueden ir a
lugares donde no es posible efectuar reuniones. En tales lugares, el
fiel colportor evangelista ocupa el lugar del predicador. Por medio
de la obra de colportaje, la verdad llega a muchas personas que de
otro modo nunca la habrían escuchado.
Me siento muy afligida de saber que tantos de los libros que
debieran venderse sin demora permanecen en los estantes de la casa
editora. Estas obras contienen la luz que la gente necesita. Que Dios
obre sobre muchos de nuestros jóvenes para que entren a su servicio
como colportores evangélicos. Tenemos poco tiempo para trabajar.
Muchos, muchísimos, necesitan manifestar prontitud y diligencia