Página 281 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Enseñando a vender a los colportores evangélicos
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Los caracteres formados en esta vida determinarán el destino
futuro.—
Conducción del Niño, 213
.
Un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro
que podemos llevar de este mundo al venidero.—
Palabras de Vida
del Gran Maestro, 267
.
Elementos del carácter que fomentan el éxito
—Los rasgos de
carácter que dan éxito y honores a un hombre entre sus semejantes: el
deseo inextinguible de algún bien mayor la voluntad indomable, los
esfuerzos arduos, la perseverancia incansable, no deben eliminarse.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 651, 652
.
Pero cuando nos entregamos completamente a Dios y en nuestra
obra seguimos sus instrucciones, él mismo se hace responsable de
su realización. El no quiere que conjeturemos en cuanto al éxito de
nuestros sinceros esfuerzos. Nunca debemos pensar en el fracaso.
Hemos de cooperar con Uno que no conoce el fracaso.—
Palabras
de Vida del Gran Maestro, 297
.
A veces prepara a sus obreros sometiéndolos a desilusiones y
fracasos aparentes. Se propone que aprendan a dominar las dificul-
tades.
Con frecuencia los hombres están tentados a vacilar delante de
las perplejidades y los obstáculos que los confrontan. Pero si tan sólo
mantienen firme hasta el fin el principio de su confianza, Dios les
aclarará el camino. Tendrán éxito al luchar contra las dificultades.—
La Historia de Profetas y Reyes, 437
.
En la visión de Ezequiel, Dios tenía su mano bajo las alas del
querubín. Esto tiene el propósito de enseñar a sus siervos que es el
poder divino el que les da el éxito. El trabajará con ellos si aban-
donan la iniquidad y si adquieren pureza de corazón y de vida.
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Testimonies for the Church 5:754
.
Cuando decidís hacer algo que deseábais intensamente, las difi-
cultades no os desaniman, sino que persistís una vez y otra. Aplicad
la misma energía y determinación a tener éxito en el servicio de
Cristo, y no dejaréis de obtener una recompensa.—
Hijos e Hijas de
Dios, 293
.
La fortaleza humana es debilidad, la sabiduría humana es nece-
dad. Nuestros éxitos no dependen de nuestros talentos ni conoci-
mientos, sino de nuestra relación viviente con Dios.—
Testimonies
for the Church 5:158
.