Página 282 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
Los envió de dos en dos
—Cuando Jesús envió a sus discípulos
a trabajar, los envió de dos en dos, para que pudieran ser de ayu-
da y fortaleza mutuas, y defender la verdad con mayor valor. No
pensaban como lo hacen algunos en la actualidad, que preferirían
trabajar solos antes que hacerlo con alguien que no trabajara del
mismo modo que ellos. Nuestro Salvador sabía a quiénes podía
enviar juntos. No relacionó con el tranquilo y amado Juan a alguien
con el mismo temperamento, sino que puso a su lado al fogoso e
impulsivo Pedro. Estos dos hombres no se parecían en su disposición
ni en su manera de trabajar. Pedro era diligente y fervoroso en la
acción, atrevido e inflexible, y con frecuencia hería. Juan siempre
era calmado y considerado con los sentimientos de los demás, y
regresaba para restaurar y animar. De este modo los defectos de uno
eran parcialmente cubiertos por las virtudes del otro.
Dios nunca se propuso que, como regla, sus siervos salieran a
trabajar solos. Consideremos la siguiente ilustración referente a dos
hermanos. No tienen el mismo temperamento ni tampoco piensan
del mismo modo. Uno corre el riesgo de hacer demasiado, pero
el otro no cumple sus deberes en la forma debida. Si trabajaran
juntos, podrían ejercer mutuamente una influencia modeladora, de
modo que los rasgos extremos de su carácter no se destaquen en
forma tan prominente en sus labores. Tal vez no sería necesario que
estuvieran juntos en todas las reuniones, pero podrían trabajar en
lugares distantes uno de otro quince, veinte o treinta kilómetros. Así
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estarían suficientemente cerca para pedir ayuda en caso de pasar
por una situación crítica en su trabajo. También podrían reunirse
todas las veces que fuera posible para orar juntos y consultarse.
Aunque tienen temperamentos diferentes, tienen la misma fe, el
mismo propósito, y pueden reclamar la promesa que Cristo hizo a
sus discípulos: “Además, os digo, que si dos de vosotros se ponen de
acuerdo en la tierra, todo lo que pidan, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos”.
Mateo 18:19
.—
Historical Sketches of the
Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 126, 127
.
Los jóvenes deben salir de dos en dos con obreros experi-
mentados
—En este trabajo, los jóvenes debieran ser relacionados
con personas maduras y de más experiencia, quienes, si se han con-
sagrado al servicio de Dios, pueden ser de gran bendición para ellos,
instruyéndolos en las cosas de Dios, y mostrándoles la mejor forma