Página 322 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
una vida y en una actividad disminuidas en la sociedad misionera y
de publicaciones.—
Servicio Cristiano Eficaz, 164
.
Los ministros deben ayudar a vender libros
—La debida cir-
culación y distribución de nuestras publicaciones es uno de los ramos
más importantes de la obra actual. Sin esto, es muy poco lo que se
puede hacer. Nuestros ministros pueden hacer más en esta obra que
cualquier otra clase de personas. Es verdad que hace pocos años
muchos de nuestros predicadores estaban exagerando el asunto de
la venta de libros. Algunos de ellos aumentaban sus existencias de
libros para la venta, no sólo publicaciones de escaso valor real, sino
además otras mercaderías igualmente sin valor.
Pero algunos de nuestros ministros ahora han llevado a un ex-
tremo lo que yo dije en el
Testimonio
N
o
2 acerca de la venta de
nuestras publicaciones. Un ministro que trabajaba en el Estado de
Nueva York, sobre quien las cargas de la obra no pesaban demasiado,
que había actuado como vendedor de libros y que tenía en existencia
una variedad de publicaciones, decidió no seguir vendiendo. De
modo que escribió a la casa editora diciendo que esas publicaciones
corrían ahora por cuenta de ellos. Esto es incorrecto. A continuación
presento un extracto del
Testimonio
No. 2:
“La responsabilidad de vender nuestras publicaciones no debiera
descansar sobre los ministros que trabajan con la palabra y la doc-
trina. Su tiempo y sus fuerzas debieran mantenerse en reserva, para
que sus esfuerzos resulten productivos en una serie de reuniones.
No debiera usarse su tiempo ni sus fuerzas para la venta de nuestros
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libros, cuando éstos pueden ser presentados debidamente ante el pú-
blico por los que no tienen la responsabilidad de predicar la palabra.
Cuando el ministro comienza a trabajar en nuevos campos puede ser
necesario que lleve consigo publicaciones para vender a la gente, y
también en otras circunstancias puede ser necesario que se ocupe en
la venta de libros y que realice algunos negocios para la casa editora
Pero este trabajo debe evitarse toda vez que pueda ser realizado por
otros obreros”.
La primera porción de este extracto es calificada por la última
parte. Para ser un poco más definida, mi idea es que ministros co-
mo los pastores Andrews, Waggoner, White y Loughborough, que
se ocupan de la supervisión de la obra, ya tienen suficientes preo-
cupaciones, responsabilidades y trabajo adicionales, de modo que