Página 326 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
la trama y la urdimbre que forman un hermoso diseño de una pieza
perfecta.
En lo pasado los libros de salud no se han utilizado con el inte-
rés que su importancia demanda. Aun cuando han sido altamente
apreciados por una clase numerosa, muchos no han creído que es
esencial que vayan al mundo. Pero, ¿qué cosa puede ser una prepa-
ración mejor para la venida del Señor y para la recepción de otras
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verdades esenciales para preparar a un pueblo para su venida, que
despertar a las personas para que vean los males de esta época e
impulsarlas a una reforma de sus hábitos insalubres y de compla-
cencia propia? ¿No necesita el mundo que se lo despierte al tema de
la reforma pro salud? ¿No necesita la gente las verdades presenta-
das en los libros sobre la salud? Debe manifestarse un sentimiento
diferente del que hasta ahora ha prevalecido con respecto a estas
obras en muchos de nuestros colportores que están en el campo.—
El
Colportor Evangélico, 145
.
Abrid sucursales en las ciudades
—¿Por qué, hermanos, con-
tinuáis manteniendo tantas empresas en Battle Creek? ¿Por qué no
escucháis los consejos y las advertencias dados concernientes a este
asunto? ¿Por qué no adoptáis las medidas necesarias para establecer
centros de influencia en muchas de las grandes ciudades? ¿Por qué
no animáis a la Sociedad de Folletos de Míchigan y a la Sociedad
Internacional de Folletos para que establezcan sus sucursales en
ciudades en las que hay mucha obra misionera que se debe llevar
a cabo, y donde sus secretarios y otros obreros pueden dedicarse
personalmente a la obra misionera, obrando como dirigentes en em-
presas importantes? Entrad en acción, hermanos; os insto a que os
pongáis en acción. Preparad a vuestros obreros para que trabajen por
los que están fuera del campamento. ¿Por qué ocultáis vuestra luz al
continuar en Battle Creek? Salid, hermanos; salid a otras regiones.
Hay mucho trabajo que se debe realizar, y nuestros obreros
experimentados debieran esforzarse por colocarse donde pueden
estar en contacto directo con las personas que necesitan ayuda.
Es muy poco lo que pueden hacer en Battle Creek. ¿Es correcto,
hermanos, que mantengáis oculta vuestra luz debajo de una caja o
de la cama? ¿Acaso no es mejor que hagáis lo que el Señor ha dicho
claramente que debéis hacer? Decidid ahora que pondréis de lado
vuestras preferencias, vuestros métodos, y que obedeceréis su voz.