350
El Ministerio de Publicaciones
Cuando se presentan las pruebas, se concede gracia para hacer
frente a la emergencia. Debemos consagrarnos individualmente en el
lugar mismo en el que Dios dijo que se encontraría con nosotros.—
Testimonies for the Church 4:391-393
.
Cada miembro de iglesia debe tener una parte
—En el pasado
se ha llevado a cabo una amplia obra en la distribución de la página
impresa. Este es un ramo de servicio en el que cada miembro de
iglesia puede tener una parte. No todos pueden salir a colportar con
nuestros libros grandes; pero hay un campo de servicio abierto para
muchos de nuestros hermanos y hermanas, y es la distribución de
publicaciones llenas de la verdad en los hogares de sus vecinos y
amigos.
Hace años nuestros hermanos que ocupaban cargos de responsa-
bilidad estudiaron a fondo los medios para llevar a cabo esta línea
de trabajo con creciente eficiencia. Como resultado de planes cuida-
dosamente trazados, paciente instrucción y supervisión adecuada, la
circulación de la página impresa llegó a ser un poderoso factor en
la diseminación de las verdades del mensaje del tercer ángel.—
The
Review and Herald, 5 de noviembre de 1914
.
Compartid los libros con los vecinos
—Los que han conocido
la verdad desde hace mucho tiempo necesitan buscar al Señor in-
tensamente, para que sus corazones se llenen de una determinación
[412]
a trabajar por sus vecinos. Hermanos y hermanas, visitad a quie-
nes viven a vuestro alrededor, y tratad de encontrar acceso a sus
corazones mediante la simpatía y la bondad. Trabajad en una forma
que elimine el prejuicio en lugar de crearlo. Recordad que los que
conocen la verdad para este tiempo y que sin embargo confinan sus
esfuerzos a su propia iglesia, y rehúsan trabajar por sus vecinos no
convertidos, serán llamados a rendir cuentas por incumplimiento del
deber.
Preste a sus vecinos algunos de nuestros libros más pequeños.
Si se despierta su interés, tome algunos de los libros más grandes.
Muéstreles el libro
Palabras de vida del gran Maestro
. Cuénteles
su historia, y pregúnteles si les gustaría tener un ejemplar. Si ya lo
tienen, pregúnteles si les gustaría leer otros libros de una naturaleza
similar. Si es posible, aproveche la oportunidad de enseñarles la
verdad. Hemos de sembrar la semilla de la verdad junto a todas las