Página 377 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Un testigo para todas las naciones
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de quinientos dólares en libros, y por este medio la obra avanza
constantemente.—
Carta 48, 1899
.
Distribución de publicaciones en los trenes
—Había un mayor
número de pasajeros en el vagón cuando viajamos al Este el año
pasado, pero durante todo el viaje no ocurrió nada que alterara la
tranquilidad.
Durante el viaje regalé varios de mis libros, y quienes los reci-
bieron se mostraron muy complacidos. Obsequié un ejemplar de
Palabras de vida del gran Maestro
al Sr. Phillips [el conductor],
quien dio muestras de profundo aprecio por el regalo.—
Carta 135,
1905
.
Obsequio de libros grandes y pequeños
—Obsequiamos mu-
chos de nuestros libros grandes y pequeños a familias [que asistían
a congresos campestres] que no estaban en condición de comprar-
los; les pedimos que los leyeran y que luego los compartieran con
sus vecinos. De este modo pusimos a una familia a trabajar por las
familias vecinas. Se reunían y leían los libros en voz alta. Como
resultado, la convicción arraigó en los corazones de algunos, lo que
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produjo conversiones.—
Carta 102, 1908
.
Un incidente en Samoa
—Una pareja desembarcó en Samoa.
La dama, Sra. Goward, vio
El Deseado de todas las gentes
y ma-
nifestó su admiración por esta obra. Se lo regalé, y además le di
Educación cristiana
. Posteriormente dijo que cuando comenzó a
leerlo, no pudo dejarlo. Añadió que nunca había visto impresas cosas
tan iluminadoras y beneficiosas. Su esposo ha estado leyendo
El
Deseado de todas las gentes
. Dice que es un libro admirable. Ambos
están muy agradecidos por estas obras. Ahora se van de Samoa con
rumbo a otra isla...
Tenemos que sembrar junto a todas las aguas. Las semillas sem-
bradas producirán algunos frutos. Oré al Señor para que abriera el
camino y yo pudiera encontrar a alguien a quien obsequiarle un
ejemplar de
El Deseado de todas las gentes
, y como resultado se
produjo esta oportunidad.—
Carta 190, 1900
.
La obra hecha con las publicaciones debe aumentar mu-
cho
—Los libros y las revistas que salen de nuestras casas editoras
tienen una obra definida y de mucho alcance que realizar. Estas
publicaciones no deben repetir ni examinar los errores que cons-
tantemente llegan para apartar la mente de lo que es la verdad. Los