Página 62 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
esta posición; como tampoco lo está el que abriga sospechas, celos,
pasión o terquedad. Estos rasgos no agradan a Dios, y no deben
manifestarse en ninguna persona que tome a Jesús por modelo y
consejero. El gerente debe manifestar el espíritu de Cristo; y sin
embargo debe restringir el mal con firmeza. Un descuido de este
deber pone de manifiesto su incompetencia para ocupar ese cargo.
Dios requiere fidelidad de sus mayordomos. Un gerente debe ser
una persona en crecimiento a fin de hacer frente a las dificultades
y también a las oportunidades que surgen constantemente. Debiera
poder discernir con rapidez lo que se debe hacer, y adoptar medidas
dinámicas para llevar a cabo la obra en el tiempo apropiado.—
Carta
74, 1896
;
Special Testimonies to the Managers and Workers in Our
Institutions, 4, 5
.
El primer negocio de la vida
—Debiera elegirse a hombres co-
mo jefes de nuestras instituciones que no sólo posean juicio sólido,
sino también un elevado tono moral, que mantengan un comporta-
miento circunspecto y un lenguaje puro, porque están conscientes
de su elevada y santa vocación y de la presencia de un Vigilante y
Testigo de cada palabra y acto...
Administradores y obreros, ¿están vuestras almas unidas con
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Cristo así como las ramas están unidas a la vid viviente? Si no
os habéis renovado en el espíritu de vuestra mente, por el bien de
vuestras almas, no demoréis en conseguir que vuestra vida esté
oculta con Cristo en Dios.
Este es el primer negocio de vuestra vida. Cuando Cristo more
en vuestros corazones, no seréis livianos, frívolos e inmodestos, sino
circunspectos y dignos de confianza en todo lugar, pronunciando
palabras puras como una corriente que mana de una fuente pura, que
refresca a todas las personas con quienes os ponéis en contacto. Si
decidís continuar con vuestras conversaciones insustanciales y com-
portamiento frívolo, es mejor que vayáis a otro lugar donde vuestro
ejemplo e influencia no ejerzan una amplia acción contaminadora
sobre las almas...
Ya es tiempo que como cristianos alcancemos una norma mucho
más elevada. Dios no quiere que ninguna de las instituciones que
ha hecho surgir se convierta en un medio para engañar a las almas,
un lugar donde se enseña la iniquidad. Que todos aprendan en la
escuela de la mansedumbre, la pureza y la humildad de corazón de