Página 76 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
que demuestren que son capaces de cumplir en forma debida sus
importantes cargos. Se han dado cargos a hombres jóvenes y sin
experiencia, que debieran haberse dado a hombres que poseían una
experiencia obtenida en la historia temprana de la obra. Que den los
cargos de confianza a hombres experimentados, temerosos de Dios
y probados, hombres que presenten el mensaje de reproche enviado
por Dios.—
Carta 35, 1900
.
Respeto hacia obreros de más edad
—En la casa editora de
Battle Creek se mantiene un espíritu que es una ofensa para Dios;
hay un egoísmo que Dios no puede tolerar; hay dureza de corazón;
una falta de amor y humildad, y esto se manifiesta en palabras
y comportamiento que son totalmente no cristianos. El Señor ha
reprochado los pecados; los ha puesto delante de los que yerran,
pero siguen siendo acariciados.
Hay obreros de la institución que no participaron en los sacri-
ficios requeridos para establecerla y no han llevado la carga de su
edificación, pero demuestran escaso interés o respeto hacia quienes
participaron en estos trabajos y sacrificios de los comienzos, y que
han envejecido y encanecido en la obra.—
Manuscrito 16, 1890
.
A cada uno una obra designada por Dios
—Hace años vi que
nuestro pueblo estaba muy retardado en la obtención de ese conoci-
miento que lo calificaría para posiciones de confianza en la causa.
Cada miembro de iglesia debiera realizar esfuerzos para calificarse
a fin de poder trabajar por el Maestro. A cada uno se le ha asignado
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una obra de acuerdo con sus habilidades. Aún ahora, a la undécima
hora, debiéramos levantarnos para capacitar a hombres hábiles para
la obra, a fin de que, mientras ocupan cargos de confianza ellos
mismos, puedan educar por precepto y ejemplo a todos los que se
asocien con ellos.
Algunos obreros, a causa de una ambición egoísta, han ocultado
de otros el conocimiento que habrían podido impartir. Otros no han
sentido necesidad de recargarse con la preparación de otros obreros.
Sin embargo, ésta habría sido la mejor clase de obra que hubieran
podido hacer por Jesús. Cristo dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”,
y por esta razón debemos hacer brillar nuestra luz ante la gente.
Si todo lo que el Señor ha hablado referente a estos asuntos
se hubiera puesto en práctica, nuestras instituciones hoy ocuparían
una posición más elevada y santa que la que ahora tienen. Pero los