Página 93 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

Basic HTML Version

Se necesitan publicaciones de calidad con el mensaje
89
mundo crea que tú me enviaste”.
Juan 17:21
. Todos los que trabajan
verdaderamente para Dios obrarán en armonía con esta oración...
Casos e incidentes de la vida
—Los directores de nuestros pe-
riódicos necesitan la cooperación de nuestros obreros del campo y de
nuestros hermanos lejanos y cercanos. En nuestros periódicos deben
hallarse comunicaciones de los obreros de todas partes del mundo;
artículos que relaten casos de incidentes de la vida. No necesitamos
novelas, pero en la vida diaria hay incidentes verídicos que si se
relatan en artículos cortos y con palabras sencillas, resultarán más
fascinantes que las novelas, al mismo tiempo que proporcionarán
inestimable ayuda para la experiencia cristiana y la obra misionera
práctica. Necesitamos oír la verdad, la verdad sólida, de parte de
hombres, mujeres y jóvenes consagrados.
Vosotros que amáis a Dios y guardáis en vuestra memoria pre-
ciosos detalles de experiencia y las realidades vivas de la vida eterna,
encended la llama del amor y de la luz en los corazones del pueblo
de Dios. Ayudadles a resolver los problemas de la vida.
Los artículos que se dirigen a miles de lectores deben revelar
que hay en sus autores pureza, elevación y santificación del cuer-
po, el alma y el espíritu. La pluma debe usarse bajo el control del
Espíritu Santo, como medio de sembrar semilla para la vida eterna.
Dedíquese el espacio de nuestros periódicos a asuntos de valor real.
[108]
Acumulad en ellos asuntos rebosantes de intereses eternos. Dios
nos invita a subir al monte para conversar con él, y cuando por la fe
contemplemos al Invisible nuestras palabras serán de veras un sabor
de vida para vida.
Publicaciones que tratan de Daniel y Apocalipsis
—Tengan
todos más que enseñar, escribir y publicar acerca de las cosas que
se han de cumplir ahora y que conciernen al bienestar eterno de las
almas. Den alimento a su tiempo a ancianos y jóvenes, a santos y
pecadores. Preséntese sin dilación todo lo que pueda decirse para
despertar a la iglesia de su somnolencia. No se pierda tiempo en
las cosas que no son esenciales y que no tienen relación con las
necesidades actuales de la gente. Léanse los primeros tres versículos
del Apocalipsis y véase qué obra se recomienda a los que aseveran
creer en la Palabra de Dios.
Joyas de los Testimonios 3:155-158
; se
cita
Apocalipsis 1:1-3
.