Página 95 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Se necesitan publicaciones de calidad con el mensaje
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las historias imaginarias, novelas y fábulas que se ponen a su alcance
y que alimentan sus mentes generan gusto y despiertan apetito por
las cosas irreales de la vida.
Ya que tenemos abundancia de lo que es real y lo que es divino,
¿por qué no nutrimos las mentes de los hijos con esta clase de
alimento? Los libros que contienen una perversión de la verdad y
que descarrían las mentes en desarrollo, nunca debieran ponerse al
alcance de los niños y adolescentes; y los que tienen mentes maduras
serían mucho más puros, fuertes y más nobles si no tuvieran nada
que ver con ellos.—
Manuscrito 5, 1890
.
Cuidado con publicar teorías falsas
—Puedo ver claramente
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que si todos los que creen que están calificados para escribir libros
siguieran los dictados de su imaginación y los hicieran publicar, e
insistieran en que nuestras casas editoras los recomendaran, habría
abundancia de malezas sembradas en nuestro mundo...
Mientras haya imprentas y casas editoras, se ofrecerán asun-
tos incorrectos para que se publiquen, y se imprimirán libros para
hacerlos circular entre la gente.
Si no se ejerciera vigilancia contra las historias indebidas, nues-
tras propias casas editoras se convertirían en agentes para la disemi-
nación de teorías falsas. Algunos escritores hacen un mundo de uno
o dos asuntos teóricos, que otros no consideran importantes, y como
resultado, el escritor piensa que se menosprecian sus ideas.
Hace dos o tres días recibí una carta de alguien que profesa ser
observador del sábado en California, y que se siente muy herido
porque la Pacific Press no respeta sus manuscritos y no acepta la luz
que él desea presentar al mundo.
Habrá abundancia de dioses y de señores que lucharán porque se
los reconozca; pero si las personas con esa preocupación de inundar
el mundo con algo original anduvieran humildemente delante de
Dios, con mansedumbre y contrición de espíritu, el Señor las reco-
nocería y les daría la gracia de su Santo Espíritu para que hagan, de
acuerdo con su capacidad, precisamente la obra que Dios quisiera
que ellos llevaran a cabo.—
Carta 49, 1894
.
Necesidad de diversidad en los escritos
—El Señor dio su Pa-
labra en la forma como él quería que se presentara. La dio por medio
de diferentes escritores, cada uno con su propia individualidad, aun
cuando relatara la misma historia que otro. Sus mensajes se encuen-