Página 32 - Maranata

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El falso reavivamiento, 25 de enero
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos... que tendrán apariencia
de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
2 Timoteo 3:1, 2, 5
.
Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad
primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre sus hijos.
Entonces mucho
se separarán de esas iglesias en las cuales el amor a este mundo ha suplantado al amor a Dios y a su Palabra.
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Muchos, tanto ministros como laicos, aceptarán gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho proclamar en este tiempo a
fin de preparar a un pueblo para la segunda venida del Señor. El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el
tiempo para que se produzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo una falsificación. Hará aparecer como que la bendición
especial de Dios es derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí se manifestará lo que se considerará
como un gran interés por lo religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando maravillosamente en su favor, cuando,
en realidad, la obra provendrá de otro espíritu. Bajo un disfraz religioso, Satanás tratará de extender su influencia sobre el mundo
cristiano.
En muchos de los despertamientos religiosos que se han producido durante el último medio siglo, se han dejado sentir, en mayor
o en menor grado, las mismas influencias que se ejercerán en los movimientos venideros más extensos. Hay una agitación emotiva,
mezcla de lo verdadero con lo falso, muy apropiada para extraviar a uno. No obstante, nadie necesita ser seducido. A la luz de la
Palabra de Dios no es difícil determinar la naturaleza de estos movimientos. Dondequiera que los hombres descuiden el testimonio
de la Biblia y se alejen de las verdades claras que sirven para probar el alma y que requieren abnegación y desprendimiento del
mundo, podemos estar seguros de que Dios no dispensa allí sus bendiciones. Y al aplicar la regla, que Cristo mismo dio: “Por sus
frutos los conoceréis” (
Mateo 7:16
), resulta evidente que estos movimientos no son obra del Espíritu de Dios.—
Seguridad y Paz en
el Conflicto de los Siglos, 517, 518
.
-M.E.S.V.
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