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Notas biográficas de Elena G. de White
La Hna. Abbey llegó hasta la puerta, y mi esposo se introdujo
como alguien que guardaba el sábado. Ella contestó: “Me alegro de
verlo. Pase”. El replicó: “Hay tres personas más en el carruaje con-
migo. Pensé que si todos veníamos a la vez la espantaríamos”. “Yo
nunca me espanté de ver cristianos”, fue la respuesta. La Hna. Abbey
expresó gran gozo al vernos y nos dio una calurosa bienvenida, tanto
ella como su familia. Cuando el Hno. Bates fue introducido ella dijo:
“¿Será éste el Hno. Bates que escribió aquel libro tan directo sobre
el sábado? ¿Y viene a vernos? Yo soy indigna de que entréis debajo
de mi tejado. Pero el Señor os ha enviado a nosotros; pues tenemos
hambre de la verdad”.
Se mandó a un niño al campo para comunicar al Hno. Abbey
que habían llegado cuatro observadores del sábado. El no manifestó
apuro, sin embargo, por conocernos; porque anteriormente había sido
engañado por algunos que lo visitaban a menudo. Estos, profesando
ser siervos de Dios, habían esparcido el error entre la pequeña grey
que estaba tratando de mantenerse fiel a la verdad. El Hno. y la
Hna. Abbey habían luchado contra ellos por tanto tiempo, que tenían
miedo de volver a tener relación con ellos. El Hno. Abbey tenía
miedo de que fuéramos de la misma clase. Cuando él vino a la casa
nos recibió fríamente, y entonces comenzó haciendo unas pocas
preguntas sencillas y directas con respecto a si guardábamos el
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sábado y si creíamos que los mensajes pasados eran de Dios. Cuando
tuvo evidencias de que veníamos con la verdad, gozosamente nos
dio la bienvenida.
Nuestras reuniones en este lugar resultaron una alegría para los
pocos que amaban la verdad. Nos regocijamos de que el Señor en
su providencia nos había guiado de esta manera. Gozamos de la
presencia de Dios juntos, y fuimos consolados al encontrar a unos
pocos que habían permanecido firmes a través de todo el tiempo del
esparcimiento, manteniéndose unidos a los mensajes de verdad en
medio de las tinieblas que lo espiritualizaban todo y manifestaban
fanatismo. Esta querida familia nos ayudó en nuestro camino de una
manera piadosa.
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