Página 188 - Notas biogr

Basic HTML Version

Capítulo 35—A todo el mundo
Siento profundamente la necesidad de que hagamos esfuerzos
más completos y fervientes para presentar la verdad al mundo. En
la última visión que me fue dada, se me mostró que no estamos
haciendo ni la vigésima parte de la obra que debiéramos realizar para
la salvación de las almas. Trabajamos por ellas en forma indiferente,
como si no fuera un asunto de grandísima importancia el que reciban
o rechacen la verdad. Se hacen esfuerzos generales, pero dejamos
de trabajar en forma particular por medio de esfuerzos personales.
No nos acercamos a los hombres y mujeres de tal manera que los
impresionemos con el hecho de que tenemos un interés personal por
ellos, y de que nos preocupamos en forma profunda y ferviente por
su salvación y no queremos renunciar a la tarea de salvarlos.
Nos mantenemos a gran distancia de quienes no creen en la
verdad. Los llamamos y esperamos que vengan a nosotros para
inquirir acerca de la verdad. Muchos no se sentirán inclinados a
hacerlo, porque están en tinieblas y en el error, y no pueden discernir
la verdad y su vital importancia. Satanás los retiene con firme poder,
y si nosotros queremos ayudarlos, debemos mostrar interés personal
y amor por sus almas, y tratarlos con fervor. Debemos trabajar con
oración y amor, con fe y paciencia incansable, esperándolo todo y
[234]
creyéndolo todo, con la sabiduría de la serpiente y la humildad de la
paloma, a fin de ganar almas para Cristo.
Preparación especial
Como pueblo no estamos suficientemente despiertos ante el corto
tiempo en el cual nos toca trabajar, y no entendemos la magnitud
de la obra para este tiempo. La noche pronto viene, en la cual
nadie puede obrar. Dios llama a hombres y mujeres que tengan las
cualidades necesarias—consagración a la voluntad divina y fervor
en el estudio de las Escrituras—, para hacer su obra especial en
estos últimos días. El llama ahora a hombres que puedan trabajar. A
184