248
Notas biográficas de Elena G. de White
propio en la venta de las publicaciones, pero ellos señalaron que
debían ser equipados con una provisión mejor de libros vendibles.
El pastor J. G. Matteson relató que había hecho todo esfuerzo
posible para animar y preparar colportores, y que ellos habían tenido
éxito en la venta de periódicos y libros pequeños, pero que las
entradas no eran suficientes para sostenerlos debidamente. Dijo
que estaba muy ansioso por saber qué debía hacerse para lograr
resultados mejores. Dijo que, con el ánimo recibido de la Sra. White,
él estaba resuelto a intentarlo una vez más.
De acuerdo con esto, durante el invierno de 1885 a 1886 se
hicieron esfuerzos especiales en Escandinavia para entrenar y pre-
parar colportores. Se realizaron cursos de preparación en Suecia,
Noruega y Dinamarca. El curso realizado en Estocolmo continuó
por cuatro meses. Asistieron 20 personas. Usaban seis horas del día
para colportar; las mañanas y las tardes se empleaban en el estudio.
En 1886, la venta de libros y folletos en Escandinavia ascendió a
5.385 dólares, y las suscripciones a periódicos a 3.146 dólares. Años
después, el pastor Matteson declaró que en su esfuerzo en favor
de la obra del colportaje inmediatamente después de su regreso de
la conferencia de Basilea, él estaba tan plenamente convencido de
que sus obreros debían vivir a base de una entrada tan escasa, que
[315]
persuadió a cada uno a guardar una estricta cuenta de los gastos, y
a que le permitieran examinar esta lista una vez por semana para
que pudiera aconsejarles sobre la forma de hacer economías. Pronto
las cosas cambiaron, pues los colportores estaban gastando menos y
ganando más, y un número de ellos ganaban lo suficiente como para
sostenerse sin recibir nada de la tesorería de la asociación
Nota.—Los fervientes esfuerzos realizados para establecer la obra de colportaje
sobre una base segura en Escandinavia tuvieron rápidos frutos. En la Asociación General
de 1889, el pastor O. A. Olsen pudo informar que había 50 colportores en Escandinavia
que estaban teniendo buen éxito. (Véase el
Bulletin de 1889, 4
.) La venta de libros en
1889 alcanzó la suma de 10.000 dólares, y en años posteriores estas cifras subieron a más
de 20.000 dólares. Durante la sesión de 1891 de la Asociación General, el agente general
de Escandinavia declaró: “Los colportores se están manteniendo, y además de esto están
ayudando a sostener la causa con sus ofrendas. Varios cientos de coronas han llegado a la
tesorería de la Asociación Sueca como donaciones de nuestros colportores, y presumo
que esto también es cierto con respecto a Noruega y Dinamarca... Cuanto más venden
nuestros colportores, más pueden vender... Muchos han aceptado la verdad por la lectura
de nuestras publicaciones”.
Bulletin, 1891, 84
.