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Notas biográficas de Elena G. de White
Durante 1913 y 1914 la Sra. White dedicó mucho pensamiento
a la terminación de esta obra. En el tiempo de su accidente, en
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febrero de 1915, se habían completado todos los capítulos, menos
los últimos dos, de un volumen que llevaba por título
La cautividad
y la restauración de Israel,
y que cubría los períodos inconclusos.
Estos capítulos finales habían sido suficientemente esbozados para
que pudieran terminarse, con la inclusión de un material adicional
de su archivo de manuscritos.
Durante el año último empleado por la Sra. White en un tranquilo
descanso y en la finalización de su obra de preparar manuscritos,
una de sus copistas le escribió a su hijo W. C. White, con fecha 23
de diciembre de 1914:
“Aunque está excesivamente cansada mentalmente, su madre
parece encontrar gran consuelo en las promesas de la Palabra, y a
menudo halla citas y las completa cuando comenzamos a mencionar
algún texto familiar... No la encuentro desanimada ... ante la pers-
pectiva general del campo de la siega, donde sus hermanos están
trabajando. Ella parece poseer una fe sólida en el poder de Dios
para ejercer su suprema dirección, y realizar su propósito eterno por
medio de los esfuerzos de los que él ha llamado para desempeñar
una parte en su gran obra. Se eleva por encima de las pequeñas
críticas, por encima de los pasados fracasos de aquellos que han sido
reprobados, y expresa la convicción, nacida aparentemente de una fe
innata en la iglesia del Dios vivo, de que sus hermanos permanecerán
fieles a la causa que han sostenido, y de que el Señor continuará con
ellos hasta el fin, y les concederá la victoria completa sobre toda
invención del enemigo.
“La fe en el poder de Dios para sostenerla a través de las muchas
debilidades propias de una edad avanzada; la fe en las preciosas
promesas de la Palabra de Dios; la fe en sus hermanos que llevan
la carga de la obra; la fe en el triunfo final del mensaje del tercer
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ángel, es la fe completa que su madre parece disfrutar cada día y
cada hora. Esta es la fe que llena su corazón de gozo y paz, aun
cuando sufre gran debilidad física, y no puede continuar escribiendo.
Una fe semejante inspira a cualquiera que la observe”.