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Notas biográficas de Elena G. de White
que quedarán hasta tu venida. Todo esto lo pedimos en el nombre
del Señor Jesús. Amén”.
El discurso del pastor Daniells
Un solo vocal, “Descanso para las manos cansadas”, presentado
por el profesor Griggs, fue seguido por el discurso del presidente de
la Asociación General, pastor A. G. Daniells. El orador bosquejó
en forma breve, pero con mucha claridad, la vida temprana y la
experiencia cristiana de la Sra. White, y también sus labores de
los últimos tiempos. La primera parte de su discurso sirvió como
bosquejo biográfico, y al mismo tiempo formó la base para la línea
principal de pensamiento de toda la presentación; a saber, que con
toda verdad Dios ha estado concediendo a la iglesia remanente el
don precioso del espíritu de profecía.
Con respecto al llamamiento de la Sra. White en la primera parte
de su vida para realizar un ministerio especial en favor de Dios, y
los frutos que caracterizaron su ministerio, el pastor Daniells dijo:
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“Tomando la Biblia como la guía suprema de su vida, en base
a sus enseñanzas, llegó ella a estar plenamente convencida de que
la segunda venida de Cristo estaba cerca. Sobre este asunto nunca
tuvo dudas, y creyéndolo con toda su alma, sentía que el propósito
supremo de todo individuo en este tiempo debe ser vivir una vida
impecable en Cristo y dedicar todo recurso a su alcance a la salvación
de los perdidos.
“Esta idea la indujo a la oración incesante por la presencia interna
del Espíritu Santo. Su anhelo de la presencia divina fue contestado
más allá de todo lo que ella podía imaginar... Su vida plenamente
consagrada, su obediencia y su oración por la ayuda divina fueron
recompénsadas por la concesión del don de profecía, uno de los
dones más escogidos del Espíritu.
“En diciembre de 1844, el Espíritu Santo le dio una revelación
de la segunda venida de Cristo. En esa visión del futuro recibió
ella una comprensión de la gloriosa recompensa que aguarda a los
redimidos y de la terrible suerte que les sobrevendrá a todos los que
rechacen servir a su Señor y Maestro. Esta visión del destino de la
familia humana hizo una profunda impresión en su corazón. Aquí
recibió su encargo como mensajera del Señor. Ella sintió que Dios