Página 132 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Fuerza para hoy, 29 de abril
Como tus días tu fortaleza.
Deuteronomio 33:25
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Agradezco a Dios por la seguridad de su gracia, que está al alcance de
su pueblo de hoy. ... La promesa no dice que hoy tendremos fuerza para
una emergencia futura, que las dificultades futuras anticipadas tendrán una
provisión de antemano, antes de que nos aflijan. Podemos, si andamos por
fe, esperar fortaleza y provisión tan pronto como nuestras circunstancias lo
exijan. Vivimos por fe, no por vista. El Señor ha dispuesto que le pidamos
todas las cosas que necesitamos. La gracia necesaria para mañana no será
dada hoy. La necesidad de los hombres es la oportunidad de Dios. ... La gracia
de Dios nunca es concedida para ser malgastada, para que se haga mal uso de
ella o se pervierta, o para que se deje enmohecer por el desuso. ...
Mientras lleváis las responsabilidades diarias, en el amor y el temor de
Dios, como hijos obedientes que andan en toda humildad de mente, se os dará
la fortaleza y la sabiduría de Dios para hacer frente a toda circunstancia difícil.
No seremos capaces de hacer frente a las luchas de este tiempo sin Dios.
No hemos de poseer el valor y la entereza de los mártires de antaño hasta que
seamos colocados en la situación en que ellos se encontraron. ... Hemos de
recibir una provisión diaria de gracia para cada emergencia cotidiana. Así
crecemos en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y si nos
sobreviene la persecución, y si debemos ser encerrados tras las murallas de la
prisión por causa de la fe de Jesús y de guardar la santa ley de Dios, “como
tus días tu fortaleza”. Si retornaran los días de la persecución, habría gracia
suficiente para despertar cada energía del alma que manifestare verdadero
heroísmo. ...
Debemos mantenernos cada día cerca de la Fuente de nuestra fortaleza, y
cuando el enemigo venga como un diluvio, el Espíritu del Señor nos elevará
y levantará un estandarte contra el enemigo. La promesa de Dios es segura,
nos dice que la fuerza será proporcional a nuestros días. Debemos confiar
en lo futuro únicamente en la fuerza que nos es dada para las necesidades
presentes. La experiencia en Dios cada día se hace más preciosa. ... No toméis
prestada la ansiedad del futuro. Hoy es cuando estamos en necesidad. ... El
Señor es nuestro ayudador, nuestro Dios y nuestra fortaleza en todo momento
de necesidad.—
Manuscrito 22, 1889
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