Página 176 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Las bendiciones del compañerismo cristiano, 9 de junio
No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre,
mas exhortándonos; y tanto más cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10:25
.
Aquellos que pertenecen a la familia de la fe nunca debieran dejar de
reunirse, porque éste es el medio que Dios ha designado para conducir a sus
hijos a la unidad, a fin de que con amor y compañerismo cristiano se ayuden y
fortalezcan y animen unos a otros. ...
Como hermanos en nuestro Señor, somos llamados por una santa voca-
ción a una vida santa y feliz. Habiendo entrado por la senda estrecha de la
obediencia, refresquemos nuestras mentes mediante la comunión de unos con
otros y con Dios. Mientras vemos aproximarse el día de Dios, reunámonos a
menudo para estudiar su Palabra y exhortarnos unos a otros a ser fieles hasta
el fin. Estas reuniones son el medio designado por Dios por el cual tenemos la
oportunidad de hablarnos unos a otros y de obtener toda la ayuda posible para
prepararnos en forma debida, a fin de recibir en las asambleas celestiales el
cumplimiento de la promesa de nuestra heredad.
Recordad que en cada reunión os encontráis con Cristo, el Maestro de
las asambleas. Estimulad un interés personal unos en otros, porque no basta
simplemente conocer a los hombres. Debemos conocer a los hombres
en
Cristo Jesús
. Se nos ordena: “Considerémonos los unos a los otros”. Este
es el principio fundamental del Evangelio. La nota tónica del mundo es el
yo.—
Carta 98, 1902, pp. 6
.
Quisiera animar a aquellos que se reúnen en compañías pequeñas a que
adoren a Dios. Hermanos y hermanas, no os desaniméis debido a que sois
tan pocos en número. El árbol que se levanta solitario en medio de la llanura,
profundiza sus raíces en la tierra, extiende sus ramas más lejos por todos lados,
y crece más fuerte y más simétrico mientras lucha solo con la tempestad o
disfruta del sol. Así también el cristiano, separado de toda dependencia terrena,
puede aprender a confiar plenamente en Dios, y puede obtener fortaleza y
ánimo de cada conflicto.
Quiera el Señor bendecir a aquellos que están esparcidos y solos, y hacerlos
eficientes para él.—
The Signs of the Times, 12 de enero de 1882, pp. 20
.
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