Página 28 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

Nuestra única seguridad, 19 de enero
El temor del hombre pondrá lazo: mas el que confía en Jehová será
levantado.
Proverbios 29:25
.
Estaréis a salvo únicamente mientras confiéis en Dios. Tenemos un enemi-
go vigilante a quien combatir. ... El [Cristo] vió que no era posible para el
hombre vencer al poderoso enemigo mediante su propia fortaleza, y por lo
tanto vino en persona, desde las cortes del cielo y soportó en bien del hombre
las pruebas que Adán no había logrado soportar. ... Cristo venció a Satanás
haciendo posible para el hombre vencer por sí mismo, en el nombre de Cristo.
Pero la victoria puede ganarse únicamente en el nombre de Cristo, y mediante
su gracia. Cuando estéis cargados, oprimidos por la tentación, cuando los
sentimientos y los deseos del corazón natural estén clamando por la victoria,
la oración sincera, ferviente e importuna en el nombre de Cristo, trae a Jesús a
vuestro lado como un ayudador, y mediante su nombre obtenéis la victoria, y
Satanás es vencido. ...
Os imploro que confiéis plenamente en Dios. “Resistid al diablo, y de
vosotros huirá. Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros”.
Santiago 4:7, 8
.
La vida del cristiano es una vida de conflicto, de negación de sí mismo y de
conquista. Es una marcha y una batalla continuas. Cada acto de obediencia a
Cristo, cada victoria obtenida sobre el yo, es un paso en la marcha hacia la
gloria y la victoria final. Tomad a Cristo por vuestro guía y él os conducirá
todo el camino a salvo. La senda puede ser áspera y espinosa, y la cuesta
puede ser empinada, requiriendo mucho trabajo. Podrá ser necesario que
continuéis adelante aún estando cansados, cuando anheláis el reposo. Podréis
tener que luchar cuando estéis desfallecientes, y tener esperanza cuando estéis
desanimados, pero con Cristo como vuestro guía, no podéis perder el camino
de la vida inmortal. No podéis fracasar en alcanzar el elevado asiento al lado
de vuestro guía, cuyos propios pies recorrieron el áspero camino antes que
vosotros, emparejando el camino para vuestros pies. Si seguís tras el orgullo y
la ambición egoísta, encontraréis placentero al principio vuestro camino, pero
el final es dolor y tristeza. Podéis seguir tras el egoísmo, que puede prometeros
mucho, pero finalmente envenenará y amargará vuestra vida. Hay seguridad
en seguir a Cristo. El no permitirá que los poderes de las tinieblas dañen
un solo cabello de vuestra cabeza. Confiad en vuestro Redentor, y estaréis a
salvo.—
Carta 1b, 1873, pp. 1-3
.
[28]
24