Página 283 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

La recompensa de los hábitos temperantes, 20 de
septiembre
Y Daniel propuso en su corazón de no contaminarse en la ración de la
comida del rey, ni en el vino de su beber: pidió por tanto al príncipe de
los eunucos de no contaminarse.
Daniel 1:8
.
La inspiración ha registrado la historia de Daniel y sus compañeros como
un ejemplo brillante para los jóvenes de todos los siglos siguientes. ... Aquellos
que quieran preservar sus facultades intactas para el servicio de Dios deben
observar una estricta temperancia en el uso de todas sus bondades, como
también una abstinencia total de toda indulgencia perjudicial o envilecedora.
Los jóvenes están rodeados por tentaciones dirigidas al apetito. ... Aquellos
que, como Daniel, rehusen contaminarse, cosecharán la recompensa de sus
hábitos de temperancia. Con su gran resistencia física y acrecentado poder de
resistencia, tienen un depósito del cual echar mano en caso de emergencia.
Los hábitos físicos debidos promueven la superioridad mental. El poder
intelectual, la fortaleza física y la longevidad dependen de leyes inmutables.
En esta cuestión no hay casualidades. Los poderes más elevados no interferirán
para preservar a los hombres de las consecuencias de la violación de las leyes
de la salud.—
The Signs of the Times, 2 de marzo de 1882
.
La pregunta que debe hacerse cada joven ... es: ¿Debo consultar mi incli-
nación y complacer mi apetito, o debo seguir los dictados de la conciencia y
mantener mi cabeza libre y preservar mis facultades físicas, absteniéndome de
toda práctica que las debilite? ¿Caeré como presa de las costumbres del mun-
do, ... o me alejaré de toda costumbre cuyos resultados sean envilecedores?
¿No honraré a Dios antes que agradar al mundo? ...
Daniel y sus compañeros comprendieron que estaban en juego los princi-
pios, y que no podían soportar ninguna transigencia con el tentador. La luz y
la verdad que se reflejan del trono de Dios fueron de más aprecio para ellos
que cualquier honor que los hombres podían concederles. Es el privilegio de
los jóvenes de hoy ser tan firmes y fieles ... como lo fueron los jóvenes judíos
en el reino de Babilonia. ... Dios honró a Daniel, y él honrará a todo joven que
siga la conducta que adoptó Daniel al honrarlo.—
The Youth’s Instructor, 25
de octubre de 1894
.
[272]
279