Página 302 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Lo más importante en primer lugar, 7 de octubre
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o
con qué nos cubriremos?
Mateo 6:31
.
El Señor no quiere que ninguno de nosotros sea presuntuoso que no cuide
la salud, y que no haga provisión para el sustento, pero cuando ve que el
mundo ocupa todos los pensamientos y absorbe todos los afectos, comprende
que las realidades eternas se han perdido de vista. El quiere corregir este
mal, que es la obra de Satanás. La mente, que debería prepararse para la
contemplación elevada de las realidades eternas, se hace común, y lleva la
imagen de lo terreno. Jesús viene para presentar las ventajas y la hermosura de
las cosas celestiales, para que las atracciones del cielo se hagan familiares a
los pensamientos, y que los recintos de la memoria se adornen con los cuadros
de la hermosura celestial y eterna.
El ve las cámaras de la mente llenas con aquellas cosas que contaminan. El
coloca a Dios como un centro delante de ella. ... Pasa por los mercados donde
todo está lleno de actividad y bullicio, y se oye la voz de los mercaderes. Las
lecciones que deja al hablar a las compactas muchedumbres que se reúnen
para escuchar su palabra son una advertencia del cielo como la trompeta de
Dios para romper el hechizo de la infatuación. “Porque, ¿qué aprovechará al
hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? ¿O qué recompensa
dará el hombre por su alma?”
Marcos 8:36, 37
.
El gran Maestro da al hombre una visión del mundo futuro. Lo presenta
con sus atractivas posesiones a la contemplación humana. ... Presenta los
verdaderos derechos de Dios y del cielo. Si puede fijar la mente en la vida
futura y sus bendiciones, en comparación con las preocupaciones temporales
de este mundo, el notable contraste causa una profunda impresión. ... Así
elimina las cosas temporales y sensoriales de los afectos donde han tenido la
supremacía, y les da su lugar como subordinadas a las realidades más elevadas
y eternas. Da a la vida las responsabilidades más elevadas. Le muestra al
hombre que debe vivir con un propósito, y separarse de todas las vanidades de
la vida.—
Manuscrito 42, 1890, pp. 13, 14
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