Página 310 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Palabras que brindan luz y gozo, 15 de octubre
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que
sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
Colosenses 4:6
.
El talento del habla se dió a fin de ser empleado para beneficiar a todos. Las
palabras placenteras y gozosas no cuestan más que las palabras desagradables
y malhumoradas. Las palabras duras hieren y lastiman el alma. En esta vida
todos tienen dificultades que solucionar. Cada uno se encuentra frente a
aflicciones y desilusiones. ¿No llevaremos luz en lugar de oscuridad a las vidas
de aquellos con quienes nos relacionamos? ¿No pronunciaremos palabras que
ayuden y bendigan? Tales palabras serán una bendición tanto para nosotros
como para aquellos a quienes las decimos.
Padres, no permitáis la crítica en vuestro hogar. Enseñad a vuestros hijos a
hablar palabras agradables, palabras que lleven luz y alegría. Los ángeles no
son atraídos a un hogar donde reina la discordia. Llevad la piedad práctica al
hogar. Preparaos vosotros y preparad a vuestros hijos para entrar en la ciudad
de Dios. Los ángeles serán vuestros ayudadores. Satanás os tentará, pero no
cedáis. No pronunciéis una sola palabra que pueda proporcionarle ventaja al
enemigo.—
The Review and Herald, 28 de enero de 1904
.
Día a día estamos sembrando semillas para la cosecha futura. No podemos
ser demasiado cuidadosos con la semilla que sembramos mediante nuestras
palabras. A menudo las palabras se pronuncian descuidadamente y se olvidan,
pero estas palabras para el bien o para el mal, producirán una cosecha. Sembrad
una palabra sin bondad, y dura, y esta semilla, encontrando suelo fértil en
la mente de los oyentes, brotará y llevará fruto según su especie. Sembrad
una semilla mediante palabras amantes, gentiles y cristianas, y producirán
una rica recompensa. Cuidémonos para que no hablemos palabras que no son
una bendición sino una maldición. Si sembramos trigo cosecharemos trigo.
Si sembramos cizaña, cosecharemos cizaña. Y la cosecha, sea de trigo o de
cizaña, será segura y abundante.
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará”.
Gálatas 6:7
. La cosecha es segura. Ninguna
helada la agostará, ningún gusano la destruirá.
Dios pide a sus hijos que cuiden sus palabras.—
Manuscrito 99, 1902, pp.
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