Página 385 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Llenos con la plenitud de Dios, 26 de diciembre
Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que
seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Efesios 3:19
.
Aquí se revelan las alturas de las realizaciones que podemos alcanzar
mediante la fe en las promesas de nuestro Padre celestial, cuando cumplamos
sus requerimientos. Tenemos acceso al trono de poder infinito mediante los
méritos de Cristo. “El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
Romanos
8:32
. ...
El corazón que ha probado una vez el amor de Cristo, clama continuamente
por una corriente más profunda; y a medida que impartáis, recibiréis una
medida más rica y abundante. Cada revelación de Dios al alma aumenta la
capacidad de conocer y de amar. El continuo anhelo del corazón es: más de ti;
y la respuesta del Espíritu es siempre: mucho más. ...
La vida de Cristo fué una vida cargada del mensaje divino del amor de Dios,
y él anhelaba intensamente impartir este amor a otros en forma abundante. La
compasión irradiaba de su rostro, y su conducta se caracterizaba por la gracia
y la humildad, el amor y la verdad. Cada miembro de su iglesia militante debe
manifestar las mismas cualidades si quiere unirse a la iglesia triunfante. El
amor de Cristo es tan amplio, tan pleno de gloria, que en comparación con él
todo lo que el hombre estima tan grande se desvanece en la insignificancia.
Cuando obtenemos una visión de él, exclamamos: ¡Oh, la profundidad de la
riqueza del amor que Dios ha derramado sobre los hombres en el don de su
Hijo unigénito! ...
Es el misterio de Dios en la carne, Dios en Cristo, la divinidad en la
humanidad. Cristo se inclinó con una humildad sin paralelo, para que en su
exaltación al trono de Dios también pudiera exaltar a aquellos que creen en él
a un lugar con él en su trono. ...
“Mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”, se nos
dará “el Espíritu de sabiduría y la revelación para su conocimiento” (
Efesios
1:17
), para que seamos capaces de “comprender con todos los santos cuál
sea la anchura y la longura y la profundidad y la altura, y conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento”, para que seamos “llenos de toda la
plenitud de Dios”.—
The Review and Herald, 5 de noviembre de 1908
.
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