Página 386 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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¡Casi hemos llegado! 27 de diciembre
Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:3
.
Han pasado más de mil ochocientos años desde que el Salvador dió la
promesa de su venida. A través de los siglos sus palabras han llenado de ánimo
el corazón de sus fieles. La promesa todavía no se ha cumplido ... pero, no
por eso es menos segura la palabra que ha sido hablada.—
The Review and
Herald, 13 de noviembre de 1913
.
Cristo vendrá en su propia gloria, en la gloria del Padre, y en la gloria de
los santos ángeles. Millones de millones y millares de millares de ángeles,
los hermosos y triunfantes hijos de Dios, que poseen una inconmensurable
hermosura y gloria, lo escoltarán en su camino. En lugar de la corona de
espinas, él llevará una corona de gloria—una corona dentro de una corona.
En lugar de ese antiguo manto de púrpura, estará vestido con un ropaje del
blanco más puro, tanto que “ningún lavador en la tierra los puede hacer tan
blancos”.
Marcos 9:3
. Y en su vestido y en su muslo habrá escrito un nombre:
“Rey de reyes y Señor de señores”.
Apocalipsis 19:16
. ...
Cristo ha sido para estos fieles seguidores un compañero de cada día,
un amigo familiar. Han vivido en una estrecha y constante comunión con
Dios. Sobre ellos apareció la gloria del Señor. En ellos se ha reflejado la luz
del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. Ahora se
gozan en los refulgentes rayos del brillo y la gloria del Rey en su majestad.
Están preparados para la comunión del cielo, porque tienen el cielo en sus
corazones. Con las cabezas levantadas, con los brillantes rayos del Sol de
Justicia refulgiendo sobre ellos, regocijándose porque su redención está cerca,
salen en busca del Esposo, diciendo: “He aquí este es nuestro Dios; le hemos
esperado y nos salvará”. ...
El tiempo de la demora casi ha terminado. Los peregrinos y extranjeros
que durante tanto tiempo han buscado un país mejor, ya casi han llegado. ...
“Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con
diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz”.
2
Pedro 3:14
.—
Ibid
.
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