Página 387 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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En el círculo interior, 28 de diciembre
El que venciere, será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su
nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre,
y delante de sus ángeles.
Apocalipsis 3:5
.
Queridos jóvenes: ¿podéis mirar hacia adelante con gozosa esperanza
y expectación hacia el tiempo cuando el Señor, vuestro Juez justo confiese
vuestro nombre ante el Padre y los santos ángeles? La mejor preparación que
podéis tener para la segunda venida de Cristo es descansar con fe firme en
la gran salvación que nos trajo en su primera venida. Debéis creer en Cristo
como en un Salvador personal.—
The Youth’s Instructor, 28 de enero de 1897,
pp. 26
.
Muchos de nosotros no nos damos cuenta de la relación de convenio en
que estamos ante Dios como pueblo suyo. Estamos bajo las obligaciones más
solemnes de representar a Dios y a Cristo. Debemos cuidarnos de deshonrar a
Dios al profesar ser su pueblo, y luego actuar directamente en forma contraria
a su voluntad. Nos estamos preparando para trasladarnos. Entonces actuemos
como si nos hubiéramos trasladado. Preparémonos para las mansiones que
Cristo ha ido a disponer para aquellos que le aman.—
The General Conference
Bulletin, 1 de abril de 1903
.
A menos que aquellos que pretenden creer la verdad para este tiempo
se sometan a la vida futura, nunca verán al Rey en su hermosura. ... Deben
cultivar la paciencia, la bondad, la humildad, la benignidad, la simpatía y la
tierna compasión de unos hacia otros. Deben quitar toda su esperanza, su falta
de cortesía, su disposición no cristiana, porque ninguno de estos atributos
negativos son de Cristo. ... Las gracias celestiales y puras se reciben y florecen
en la mente, corazón y carácter, únicamente cuando el hombre llega a ser un
participante de la naturaleza divina. ... El cielo debe comenzar en la tierra
para cada alma que ha de entrar en las mansiones celestiales.—
Manuscrito
29, 1892, pp. 6
.
Todo el cielo aprecia las luchas de aquellos que pelean por la corona de la
vida eterna, para que puedan ser participantes con Cristo en la ciudad de Dios,
cuyas calles son de oro puro, “como vidrio transparente”.
Apocalipsis 21:21
.
Dios quiere que entréis allá; Cristo quiere que entréis; la hueste celestial quiere
que entréis. Los ángeles están dispuestos a estar en el círculo exterior, y dejar
que aquellos que han sido redimidos por la sangre de Jesús estén en el círculo
interior. ... Una corona de gloria espera a todos aquellos que pelean la buena
batalla de la fe.—
Manuscrito 21, 1895, pp. 7, 8
.
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