Página 72 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Cristo es la escalera que conduce al cielo, 1 de marzo
Y soñó, y he aquí una escala que estaba apoyada en tierra, y su cabeza
tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían
por ella.
Génesis 28:12
.
Consideremos esta escalera que le fué presentada a Jacob. ... El pecado
de Adán suprimió toda relación entre el cielo y la tierra. Hasta el momento
cuando el hombre transgredió la ley de Dios, había habido libre comunión
entre la tierra y el cielo. Estaban comunicados por un sendero que la Deidad
podía recorrer. Pero la transgresión de la ley de Dios interrumpió este sendero,
y el hombre quedó separado de Dios. ...
Todo eslabón que relacionaba a la tierra con el cielo, y al hombre con el
Dios infinito, parecía que estaba roto. El hombre debía acudir al cielo, pero
¿cómo podía lograrlo? ¡Pero regocíjese el mundo! El Hijo de Dios, el que es
sin pecado, el que es perfecto en obediencia, se constituyó en el canal a través
del cual podía renovarse la comunicación perdida, el camino a través del cual
el paraíso perdido podría volver a ganarse. El ser humano puede guardar los
mandamientos de Dios a través de Cristo, el sustituto y la garantía del hombre.
Puede volver a ser obediente, y Dios lo aceptará.
Cristo es la escalera. “El que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá,
y hallará pastos”.
Juan 10:9
. ...
La escalera es el medio de comunicación entre Dios y el hombre. El
Evangelio le fué predicado a Jacob mediante la escalera mística. Así como
la escalera se extendía desde la tierra y alcanzaba hasta los altos cielos, y la
gloria de Dios se veía por encima de la escalera, así Cristo, en su naturaleza
divina, alcanzó la inmensidad y fué uno con el Padre. Como la escalera, que
aunque su tope penetraba en el cielo tenía su base afirmada en la tierra, así
también Cristo, aunque es Dios, vistió su divinidad con humanidad y vivió en
el mundo “en la condición como hombre”.
Filipenses 2:8
. La escalera habría
sido inútil si su base no hubiera estado sobre la tierra, o si su tope no hubiera
llegado hasta el cielo.
Dios apareció en gloria por encima de la escalera, mirando hacia abajo,
con compasión, al pecador y errabundo Jacob, dirigiéndole palabras de ánimo.
Es a través de Cristo que el Padre contempla al hombre pecador. ...
Los eslabones rotos han sido reparados. Se ha establecido un camino, a
lo largo del cual los hombres cansados y angustiados pueden pasar. Pueden
entrar al cielo y encontrar reposo.—
Manuscrito 13, 1884, pp. 14, 15
.
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