Página 247 - Obreros Evang

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Cómo prepara Dios a sus obreros
El Señor disciplina a sus obreros, a fin de que estén preparados
para ocupar los puestos que les señala. El desea hacerlos idóneos
para prestar un servicio más aceptable. Hay quienes desean ser un
poder dominante, y necesitan la santificación de la sumisión. Dios
produce un cambio en su vida. Tal vez les imponga deberes que
ellos no eligirían. Si están dispuestos a ser guiados por él, les dará
gracia y fuerza para desempeñar estos deberes con un espíritu de
sumisión y utilidad. Así se prepararán para ocupar puestos en que
su capacidad disciplinada les permitirá prestar gran servicio.
Dios prepara a algunos haciéndoles sufrir desilusión y aparente
fracaso. Es propósito suyo que aprendan a dominar dificultades. Les
inspira una determinación de trocar en éxito todo fracaso aparente.
Muchas veces los hombres oran y lloran por causa de las perplejida-
des y obstáculos que se les presentan. Pero si quieren retener hasta
el fin el principio de su confianza, Dios les presentará claramen-
te su camino. Obtendrán éxito mientras luchen contra dificultades
aparentemente insuperables, y con el éxito les llegará el mayor gozo.
Una vida de monotonía no es la más conducente al crecimiento
espiritual. Algunos pueden alcanzar el más elevado nivel de la espi-
ritualidad únicamente por medio de un cambio en el orden regular
de las cosas. Cuando Dios ve, en su providencia, que son esencia-
les algunos cambios para el éxito de la formación del carácter, él
perturba la plácida corriente de la vida. Cuando ve que un obrero ne-
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cesita ser asociado más íntimamente con él, lo separa de sus amigos
y conocidos. Cuando estaba preparando a Elías para la traslación,
Dios lo llevaba de un lugar a otro, a fin de que el profeta no se
asentase cómodamente en un punto, y así dejase de ganar fuerza
espiritual. Dios se proponía que la influencia de Elías tuviese gran
poder para ayudar a muchas almas a obtener una experiencia más
vasta y provechosa.
Hay muchos que no están satisfechos con servir a Dios alegre-
mente en el lugar que él les señaló, ni con hacer sin quejarse la
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