Página 290 - Obreros Evang

Basic HTML Version

286
Obreros Evangélicos
la ley de Dios, y un claro discernimiento de la expiación de Cristo,
os darán un conocimiento de vosotros mismos, y os revelarán en qué
puntos dejáis de perfeccionar el carácter cristiano....
En cierto grado, pasáis por alto la necesidad de sentir constante-
mente la influencia divina. Esta es positivamente necesaria cuando
se hace la obra de Dios. Si la descuidáis, y seguís adelante en vues-
tra confianza y suficiencia propias, seréis inducidos a cometer muy
graves errores. Necesitáis albergar constantemente un ánimo humil-
de y un espíritu de dependencia de Dios. El que sienta su propia
debilidad mirará más arriba que a sí mismo, y sentirá la necesidad
de una constante fuerza de lo alto. La gracia de Dios le inducirá a
albergar un espíritu de constante gratitud. El que mejor conozca su
propia debilidad sabrá que es únicamente la gracia sin par de Dios
la que triunfa sobre la rebelión del corazón.
Necesitáis conocer tanto los puntos débiles como los fuertes de
vuestro carácter, para estar constantemente en guardia y no empeña-
ros en empresas y asumir responsabilidades que Dios no os destinó.
No debéis comparar vuestras acciones ni medir vuestra vida con
normas humanas, sino con la regla del deber que se revela en la
Biblia....
[335]
Dependéis demasiado de cuanto os rodea. Si tenéis una gran
congregación os sentís lisonjeados, y deseáis hablarle. Pero a veces
vuestras congregaciones disminuyen, vuestro ánimo se abate, y te-
néis poco valor para trabajar. Seguramente que os falta algo. No es
bastante firme vuestra confianza en Dios.
Cristo buscaba a los hombres dondequiera que los pudiese
encontrar,—en las calles públicas, en las casas privadas, en las si-
nagogas, a orillas del mar. El trabajaba todo el día, predicando a la
multitud y sanando a los enfermos que le traían; y con frecuencia,
después de haber despedido a la gente para que regresase a sus ho-
gares a descansar y dormir, él pasaba toda la noche en oración, para
salir y reanudar su labor por la mañana....
Necesitáis poner vuestra alma en íntima comunión con Dios por
oración ferviente mezclada con fe viva. Cada oración ofrecida con fe
eleva al suplicante por encima de las dudas desalentadoras y de las
pasiones humanas. La oración da fuerza para reanudar el conflicto
con las potestades de las tinieblas, para soportar con paciencia las
pruebas y las penurias como buenos soldados de Cristo.