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Obreros Evangélicos
En las reuniones que se celebren, elíjanse a unos cuantos para
que tomen parte en el servicio de canto. Y sea el canto acompaña-
do de instrumentos musicales hábilmente manejados. No debemos
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oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra.
Esta parte del servicio ha de ser dirigida con cuidado; porque el
canto ha de alabar a Dios. El canto no ha de ser entonado siempre
por unos pocos. Tan a menudo como se pueda, participe en él la
congregación....
Mantengámonos en la afirmativa
Muchas veces, cuando tratéis de presentar la verdad, se levan-
tará oposición; pero si tratáis de hacer frente a la oposición con
discusiones, no haréis más que multiplicarla, y eso es algo que no
podéis permitiros. Manteneos en la afirmativa. Los ángeles de Dios
os están vigilando, y ellos saben cómo impresionar a aquellos cuya
oposición os negáis a confrontar con discusiones. No os espaciéis en
los puntos negativos de las cuestiones que surjan, sino llenad vues-
tras mentes de verdades afirmativas, y aferradlas a ellas por mucho
estudio, oración ferviente y consagración del corazón. Conservad
vuestras lámparas aderezadas y encendidas, y dejad resplandecer
rayos brillantes, para que los hombres, al contemplar vuestras buenas
obras, sean inducidos a glorificar a vuestro Padre que está en los
cielos.
Si Cristo no se hubiese mantenido en la afirmativa cuando estaba
en el desierto de la tentación, habría perdido todo lo que deseaba
ganar. La manera de Cristo es la mejor manera de hacer frente a
nuestros oponentes. Fortalecemos sus argumentos cuando repetimos
lo que dicen. Mantengámonos siempre en la afirmativa. Puede ser
que el mismo hombre que se opone a vosotros se lleve vuestras
palabras a casa, y se convierta a la verdad sensata que llegó a su
entendimiento.
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Muchas veces he dicho a nuestros hermanos: Vuestros oponentes
harán, con referencia a vuestra obra, declaraciones falsas. No las
repitáis, sino aferraos a vuestros asertos de la verdad viviente; y los
ángeles de Dios abrirán el camino delante de vosotros. Tenemos una
gran obra que llevar a cabo, y debemos realizarla de una manera
sensata. No nos excitemos nunca ni permitamos que nazcan malos