Página 411 - Obreros Evang

Basic HTML Version

La economía en la obra misionera
407
Al Señor no le agrada la actual falta de orden y exactitud entre
los que manejan negocios relacionados con su obra. Aun en las
reuniones de negocios de la asociación, podría ahorrarse mucho
tiempo y evitarse muchos errores, con un poco más de estudio y
puntualidad. Todo lo que tenga alguna relación con la obra de Dios
debe ser tan perfecto como puedan hacerlo las manos y los cerebros
humanos encargados de ello.
[476]
Como colaboradores de Dios, debéis acercaros unos a otros.
Deben darse lecciones de amor, confianza y respeto mutuo tanto
desde el púlpito como fuera de él. Debéis vivir lo que enseñáis.
Recordad que los nuevos conversos os consideran como ejemplo
suyo.
Algunos de aquellos por quienes trabajáis querrán que la obra
se haga según su parecer, pensando que es el mejor; pero si tenéis
el espíritu y la mansedumbre de Cristo, si manifestáis respeto y
amor mutuos, Dios os habilitará para ejecutar la obra a su agrado.
Trabajad por vuestras propias almas hasta subyugar el yo; hasta que
Cristo reconozca su imagen en vosotros. Esta será la lección más
impresionante que podáis dar a aquellos a quienes eduquéis.
Especialmente en los campos extranjeros, la obra no se puede
hacer excepto de acuerdo con planes bien considerados. Aunque
debéis procurar trabajar en armonía con las instrucciones de los que
dirigen la obra, se presentarán muchas circunstancias imprevistas
para las cuales ellos no pudieron hacer provisión. Los que están en
el campo de batalla deben aventurar algo, correr algunos riesgos.
Habrá crisis en las cuales será necesario obrar prontamente.
Cuando se fundan misiones en países extranjeros, es especial-
mente importante que la obra se empiece correctamente. Los obreros
deben tener cuidado de no restringirla por planes estrechos. Aunque
el estado de la tesorería exija que se practique economía, existe
el peligro de practicar una economía que resulte en pérdida más
bien que en ganancia. Tal ha sido en realidad el caso en algunas de
nuestras misiones, donde los obreros dedicaron todas sus energías
casi completamente a trazar planes para ver cómo trabajar de la
manera menos costosa posible. Dirigiendo de una manera diferente,
[477]
se habría hecho mucho más; y en conjunto se habrían sacado menos
recursos de la tesorería.