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Obreros Evangélicos
una obra especial según Dios le señaló, están retardando el progreso
de la causa del Señor.
Dios puede y quiere emplear a aquellos que no recibieron una
educación cabal en las escuelas de los hombres. El dudar de su
poder para hacerlo, es una incredulidad manifiesta; es limitar el
poder omnipotente de Aquel para quien nada es imposible. ¡Ojalá
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se manifestase menos de esta prevención desconfiada e inoportuna!
Deja muchas fuerzas de la iglesia sin emplear; cierra el camino,
de modo que el Espíritu Santo no pueda emplear a los hombres;
mantiene en la ociosidad a quienes están dispuestos y ansiosos por
trabajar en la obra de Cristo; desanima a entrar en la obra a muchos
que llegarían a ser eficientes obreros de Dios, si se les diese una
oportunidad justa.
Para el profeta, la rueda que giraba dentro de una rueda, la apa-
riencia de los seres vivientes relacionados con ellas, todo parecía
intrincado e inexplicable. Pero se ve la mano de la Sabiduría infinita
entre las ruedas, y el orden perfecto es el resultado de su obra. Cada
rueda, dirigida por la mano de Dios, obra en armonía perfecta con
todas las demás ruedas. Me ha sido mostrado que los instrumentos
humanos están expuestos a buscar demasiado el poder, y a tratar de
regir la obra ellos mismos. Dejan al Señor Dios, el Obrero poderoso,
demasiado afuera de sus métodos y planes, y no le confían todo lo
que se relaciona con el progreso de la obra. Nadie debe imaginarse
por un momento que puede manejar las cosas que pertenecen al gran
YO SOY. Dios, en su providencia, está preparando un camino para
que la obra pueda ser hecha por agentes humanos. Por lo tanto, que
cada hombre ocupe su puesto de deber, para desempeñar su parte
para este tiempo, y saber que Dios es su instructor.
La Asociación General
Muchas veces me ha indicado el Señor que ningún hombre debe
renunciar a su criterio por el de otro. Nunca debe la mente de un
hombre o las mentes de unos pocos hombres ser consideradas como
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suficientes en sabiduría y poder para regir la obra, y para decir qué
planes se deben seguir. Pero cuando, en un congreso de la Asociación
General, se manifiesta el criterio de los hermanos de todas partes
del campo reunidos, la independencia y el juicio privados no deben