Capítulo 1—El gran objetivo de nuestras
publicaciones
Un mensaje decisivo
—El poder y la eficiencia de nuestra obra
dependen mayormente del carácter de las publicaciones que salgan
de nuestras prensas. Por lo tanto, debe ejercerse gran cuidado en
la selección y preparación del material que ha de ir al mundo. Se
necesita la mayor precaución y discriminación. Debemos dedicar
nuestras energías a la publicación de impresos de la calidad más
pura y del carácter más elevado. Nuestras publicaciones periódicas
deben salir tan cargadas de la verdad que posean un interés vital y
espiritual para la gente.
Dios ha puesto en nuestras manos un estandarte sobre el cual
está escrito: “Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que
guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús”.
Apocalipsis
14:12
. Este es un mensaje distinto y especial, un mensaje que debe
ser dado en forma certera. Debe apartar a la gente de las cisternas
resquebrajadas que no contienen agua, y llevarla a la inagotable
Fuente del agua de vida.
Nuestras publicaciones tienen que realizar una obra muy sagrada
y presentar en forma clara, sencilla y llana la base espiritual de
nuestra fe. Por doquier la gente hace sus decisiones; todos están
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tomando posiciones, o bajo el estandarte de la verdad y la justicia,
o bajo el estandarte de las potencias apóstatas que contienden por
la supremacía. En este tiempo se ha de dar al mundo el mensaje de
Dios con tanto énfasis y poder que la gente se vea frente a frente con
la verdad y decida con su mente y su corazón. Debe ser inducida
a ver la superioridad de la verdad sobre los múltiples errores que
procuran atraer su atención y suplantar, si fuese posible, la Palabra
de Dios para este tiempo solemne.
El gran objetivo de nuestras publicaciones es ensalzar a Dios,
llamar la atención de los hombres a las verdades vivas de su Pala-
bra. Dios no nos invita a enarbolar nuestro propio estandarte ni el
estandarte de este mundo, sino el de la verdad.
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