Las ilustraciones de nuestras publicaciones
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demasiado. La extravagancia en la ilustración de ellos demanda
tiempo y dinero, y crea preocupaciones que pueden ser evitadas y
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deberían serlo. El Señor desearía que procuráramos su gloria. Esta
infatuación por la abundancia de ilustraciones no está de acuerdo
con la voluntad de Dios; es el impulso del mundo y está golpeando
con fuerza al pueblo de Dios en el presente.
Debe practicarse la economía en cada línea de la obra. Todo
gasto innecesario debe ser evitado, ya que Dios está probando a su
pueblo. Deben ser abiertas nuevas misiones en nuevos campos. Dios
levantará hombres designados por él para proclamar el gran mensaje
de prueba para este tiempo. La palabra de Dios debe llegar al pueblo.
La trompeta debe comunicar un sonido certero. Este es un mensaje
de vida o muerte y no debe ser comunicado de una manera incierta
por los vigías que se encuentran sobre los muros de Sión.—
Carta
147, 1899
.
Con gusto y sencillez
—Se nota entre nuestro pueblo un des-
pliegue en la manifestación de lo externo y aparente; pero este
despliegue no logrará el resultado que se desea. Nuestros libros han
sido saturados de grandes ilustraciones, y esto los hace de costosa
impresión y caros de comprar para las personas que más los nece-
sitan. La cuestión de las ilustraciones ha sido llevada al extremo.
El dinero extra gastado en la tapa de un libro o en las ilustraciones
interiores no convertirá a una persona a las verdades que están conte-
nidas en ese libro. No es orden de Dios que se ocupe mucho espacio
con ilustraciones. Ha habido grandes demoras en la publicación de
nuestros libros por esperar las ilustraciones, dilaciones que podrían
haber sido evitadas y que han hecho que verdades que debían ser
puestas en manos de la gente hayan sido retenidas...
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Nuestros libros pueden ser preparados con buen gusto, como
todos los libros deberían serlo; pero nuestras casas publicadoras
están cometiendo un error al apartarse de la sencillez del evangelio.
Estamos usando talentos y medios del Señor y debemos manejarlos
sabiamente. La recompensa por estos trabajos de ilustración no justi-
fica un gran desembolso de medios. La ganancia no es proporcional
al tiempo y los medios empleados para lograrla.—
Manuscrito 131,
1899
.
Calcular el costo
—Los hombres han fallado al calcular el costo
de los libros que contienen los valores de la verdad. Han fallado,