Página 27 - El otro Poder (1996)

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Capítulo 4—Actitud hacia una nueva luz
Retener la verdad no excluye nueva luz
—Es un hecho que
tenemos la verdad y debemos aferrarnos con tenacidad a las posicio-
nes que no pueden ser removidas. Pero no por eso debemos mirar
con sospecha cualquier nueva luz que Dios pueda enviarnos y decir:
“Realmente no necesitamos más luz que las viejas verdades que he-
mos recibido hasta ahora, sobre las que descansamos”. Mientras nos
aferremos a esta posición, el testimonio del Testigo fiel nos aplica
su reprensión: “Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable,
pobre, ciego y desnudo”.
Apocalipsis 3:17
. Los que se sienten ri-
cos y no sienten necesidad de nada, están ciegos con respecto a su
verdadera condición frente a Dios, y no lo saben.—
The Review and
Herald, 7 de agosto de 1894
.
Dirigidos por Dios, pero no infalibles
—No debemos pensar:
“Bien, tenemos toda la verdad, comprendemos los pilares fundamen-
tales de nuestra fe, y podemos descansar sobre este conocimiento”.
La verdad es progresiva y debemos caminar en su luz creciente.
Un hermano me preguntó: “Hna. White, ¿cree usted que tenemos
que comprender la verdad por nosotros mismos? ¿Por qué no pode-
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mos tomar las verdades que otros han reunido y creerlas confiados
en que investigaron el tema? Así podríamos liberarnos de tener que
ejercitar los poderes de nuestra mente en la investigación de todos
estos temas ¿No cree usted que estos hombres que descubrieron la
verdad en lo pasado fueron inspirados por Dios?”
No me atrevo a decir que no fueron conducidos por Dios, pues
Cristo conduce a toda verdad; pero si nos referimos a la inspiración
en el sentido más amplio de la palabra, respondo: No. Yo creo que
Dios les ha dado una obra para hacer, pero si no están completamente
consagrados a Dios en todo momento, mezclarán el yo y sus rasgos
peculiares de carácter con lo que están haciendo. Entonces, aplicarán
su molde a la obra y modelarán la experiencia religiosa de los
hombres según su propio designio. Es peligroso que hagamos de la
carne nuestro brazo. Deberíamos apoyarnos en el brazo del Poder
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