Capítulo 5—La investigación de nueva luz
No adoptemos una actitud de sospecha
—Cuando se presente
una doctrina que no concuerde con nuestras opiniones debemos
acudir a la Palabra de Dios, buscar al Señor en oración y no permitir
al enemigo que siembre sospechas y prejuicios. Nunca debemos
permitir que se manifieste en nosotros el espíritu que alistó a los
sacerdotes y príncipes contra el Redentor del mundo. Ellos se queja-
ban de que Cristo perturbaba al pueblo, y deseaban que lo hubiese
dejado en paz, porque causaba perplejidad y disensión. El Señor nos
envía luz para probar qué clase de espíritu tenemos. No debemos
engañarnos a nosotros mismos.
En 1844, siempre que llegaba a nuestra atención algo que no
comprendíamos, nos arrodillábamos y pedíamos a Dios que nos
ayudase a asumir la actitud debida; entonces podíamos llegar a una
correcta comprensión y a sentir unánimemente. No había disensión
ni enemistad, ni malas sospechas, ni falsos juicios acerca de nues-
tros hermanos. Si sólo conociésemos el mal que causa el espíritu
de intolerancia, ¡cuán cuidadosamente lo rehuiríamos!—
Obreros
Evangélicos, 316, 317 (1915)
.
Cómo se prueba la nueva luz
—Nuestros hermanos deben estar
[44]
dispuestos a investigar con sinceridad todo punto de controversia.
Si un hermano está enseñando un error, los que ocupan puestos de
responsabilidad deben saberlo. Y si él enseña la verdad, deben tomar
posición de su lado. Todos deberíamos saber lo que se enseña entre
nosotros; porque si es verdad, lo necesitamos. Nos hallamos todos
bajo obligación para con Dios de conocer lo que él nos envía. El
ha dado indicaciones por las cuales podemos probar toda doctrina:
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido”.
Isaías 8:20
. Si la luz presentada soporta esa
prueba, no debemos negarnos a aceptarla porque no concuerde con
nuestras ideas.—
Obreros Evangélicos, 315, 316
.
Examinemos las nuevas perspectivas
—La verdad es eterna, y
el conflicto con el error sólo destacará su fuerza. Nunca deberíamos
30