Publicación de declaraciones conflictivas
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no habrían aparecido en
Signs
. Especialmente en este tiempo todo
lo que sean diferencias debe ser reprimido. Estos jóvenes tienen
más confianza propia y menos precaución de lo que deberían tener.
Ustedes deben ser, en lo que respecta a diferencias, prudentes co-
mo serpientes y sencillos como palomas. Aun si están plenamente
convencidos de que sus ideas acerca de doctrina son sólidas, no
muestran sabiduría al hacer que esas diferencias sean más visibles.
No vacilo en decir que ustedes cometieron una equivocación
aquí. Se han apartado de las indicaciones directas que Dios ha dado
acerca de este asunto, y el resultado sólo será perjudicial. Esto no
está en armonía con Dios. Ustedes han dado ahora un ejemplo para
que otros hagan lo que ustedes hicieron: sentirse libres de plantear
sus diversas ideas y teorías y presentarlas ante el público. Esto
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producirá una situación que ni han soñado...
No es poca cosa que hayan aparecido en
Signs
como lo hicieron,
y Dios ha revelado claramente que tales cosas no debían hacerse.
Debemos presentar ante el mundo un frente unido. Satanás triunfará
al ver diferencias entre los adventistas del séptimo día. Estos temas
no son puntos vitales...
No lleven diferencias a las reuniones generales
—Llevar esas
diferencias a nuestras asambleas generales [congresos] es un error;
no debería hacerse. Hay personas que no profundizan, que no son
estudiosas de la Biblia y que, sin embargo, tomarán posiciones deci-
didamente en favor o en contra, aferrándose a evidencias aparentes;
sin embargo, pueden no ser verdades. Llevar diferencias a nues-
tros congresos hará que éstas se difundan ampliamente y lleguen al
campo diversas ideas, unas opuestas a otras. Este no es el plan de
Dios, porque de inmediato se originan preguntas y dudas acerca de
si tenemos la verdad o, si después de todo, estamos equivocados y
en el error.
La Reforma fue largamente demorada por destacar diferencias
en algunos puntos de la fe; y cada grupo se aferraba tenazmente
a los puntos en los cuales diferían. Pronto estaremos unidos, pero
endurecerse y considerar que es su deber presentar sus puntos de
vista en franca oposición a la fe o la verdad que ha sido predicada
por nosotros como pueblo, es un error y producirá daño, y sólo daño,
como en los días de Martín Lutero. Comiencen a separarse y a
sentirse libres para expresar sus ideas sin tomar en cuenta los puntos