Página 84 - El otro Poder (1996)

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El otro Poder
ría el alimento a tiempo al rebaño de Dios. Hay demasiado material
común y no suficiente del sagrado. Hay demasiada dependencia de
figuras y otras cosas que no se relacionan con los temas vitales para
este tiempo. Hay peligro de seguir en las huellas de Nadab y Abiú,
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de usar fuego común en lugar del sagrado. Respecto a muchos de
los temas que se presentan con tanta fluidez, otras revistas pueden
dar toda la información esencial para cualquiera de nosotros. Pero
el nombre
The Signs of the Times
significa que en esta revista se
encontrará una clase de material que dará a la trompeta un sonido
certero. Pongan menos ilustraciones y más alimento real, sólido y
espiritual...
Cuiden la revista
—Presenten la verdad. Cuiden la revista, no
sea que se introduzcan en ella artículos no apropiados para este
tiempo. Dios los ayude, queridos colaboradores, a trabajar como si
estuvieran a la vista de todo el universo celestial. Pronto habrá que
afrontar problemas importantes, y desearemos estar escondidos en
la hendidura de la roca para poder ver a Jesús y ser reavivados por
su Santo Espíritu. No tenemos tiempo que perder, ni un momento.
“Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que
estáis cerca, conoced mi poder. Los pecadores se asombraron en
Sion, y espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros
morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con
las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto; el
que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos
para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas
sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste
habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se
le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Tus ojos verán al Rey en
su hermosura; verán la tierra que está lejos”.
Isaías 33:13-17
.
Al tratar constantemente con los temas para las revistas, muchos
parecen perder su discernimiento. Unja el Señor no sólo sus ojos
[114]
para que vean, sino también para que vierta en su corazón el santo
aceite que desciende de las dos olivas maduras en el vaso de oro que
alimenta la lámpara en el santuario. “Y me respondió diciendo: ¿No
sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Estos son los dos
ungidos que están delante del Señor de toda la tierra”.
Zacarías 4:13
.
A menos que estemos bien despiertos, no podremos discernir las
cosas espirituales. Perdemos el sentido del poder de la verdad, y ma-