Página 88 - El otro Poder (1996)

Basic HTML Version

84
El otro Poder
luz de la verdad a los hombres, procurando preparar un pueblo para
la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo.
[118]
En lugar de referirse constantemente en nuestras revistas a auto-
res conocidos o publicar la vida de los hombres y lo que han hecho o
están haciendo, preséntese un mensaje definido surgido de la pluma
de hombres cuyos escritos revelan que están bajo la influencia del
Espíritu Santo, que comprenden y aceptan la amonestación de Pablo
a Timoteo: “Persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,
sabiendo de quién has aprendido”.
2 Timoteo 3:14
. Los que trabajan
bajo la dirección del Espíritu Santo mantendrán las fuerzas educati-
vas dirigidas hacia quien es demasiado sabio para errar, demasiado
bueno para ser injusto.
No exalten las ideas de los hombres
—Las ideas acerca de edu-
cación que tienen los hombres no han de ser exaltadas. Se deben
mantener ante el pueblo de Dios alturas mayores que aquéllas. El
Señor está listo para otorgar su Espíritu Santo a todos los que tengan
hambre y sed de justicia. La inclinación que manifiestan los que pre-
tenden ser educadores de exaltar y enaltecer a los sabios es necedad
a la vista de Dios. Pablo declara: “Porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a noso-
tros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de
los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde
está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador
de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios
mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la
locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los grie-
gos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
[119]
para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de
Dios y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio
que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios
según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que
lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil
del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para