Página 91 - El otro Poder (1996)

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Las revistas de educación
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significa comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Todos
los que enseñan la Palabra deben tener esta experiencia.
A quienes hacen de la Palabra de Dios su libro de estudio, al-
gunos les dirán: “Ustedes son demasiado estrechos en sus ideas”.
Quieren que nos separemos tanto del mundo que no podamos hacer-
le bien alguno. Esto es un error. El mal que se teme no se realiza:
Dios quiere que su pueblo se distinga del mundo en todas las cosas
para que no se confunda, como se confundieron los discípulos que
abandonaron a Jesús y no lo siguieron más.
Cristo no pide a los hombres que glorifiquen a sus semejantes.
El no pide que los hombres alaben la belleza de su apariencia. No
pretende que la atención de los hombres se centre en la belleza de
su forma o de sus rasgos. Su propósito es llamar la atención de los
hombres hacia las virtudes de su carácter, a su perfecta obediencia,
para que al contemplarlo, su pueblo pueda cambiar a la misma
gloriosa imagen y representar su bondad, su misericordia y su amor
ante el mundo.—
Carta 85, 1899
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