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La Oración
de salvar almas. Antes de comunicaros con los hombres, comuni-
caos con Cristo. Ante el trono de la gracia celestial, obtened una
preparación para ministrar a la gente.—
Palabras de Vida del Gran
Maestro, 115
.
Debemos recibir luz y bendición, a fin de tener algo que impartir.
Es el privilegio de cada obrero hablar primero con Dios en un lugar
secreto de oración, y entonces hablar con las personas como el
portavoz de Dios. Hombres y mujeres que están en comunión con
Dios, que permanecen en Cristo, harán que el mismo ambiente sea
santo, porque están colaborando con los santos ángeles. Se necesitan
tal testimonio para este tiempo.—
Testimonies for the Church 6:52
.
Es necesario orar y actuar
Debemos vivir una vida simultánea de meditación y acción, de
oración silenciosa y trabajo ardoroso. Todos los que han recibido la
luz de la verdad deben considerar que es su deber derramar rayos
de luz sobre la senda de los impenitentes. Debemos ser testigos
por Cristo en nuestras oficinas tan ciertamente como en la iglesia.
Dios requiere de nosotros que seamos epístolas vivas, conocidas
y leídas de todos los hombres. El alma que por la oración diaria
y ferviente busca en Dios su fortaleza, su apoyo, su poder, tendrá
nobles aspiraciones, claras percepciones de la verdad y elevados
propósitos de acción y continua sed y hambre de justicia.—
Joyas de
los Testimonios 2:376, 377
.
Si permitimos que el exceso de trabajo nos aleje de nuestro pro-
pósito de buscar diariamente al Señor, cometeremos los mayores
errores, incurriremos en pérdidas, porque el Señor no está con no-
sotros; así hemos cerrado la puerta para que él no tenga acceso a
nuestras almas. Pero si oramos aun cuando tenemos las manos ocu-
padas, los oídos del Salvador están abiertos para escuchar nuestras
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peticiones... Dios se ocupa de vosotros en el lugar donde desem-
peñáis vuestro deber. Pero aseguraos de ir con frecuencia al lugar
donde se acostumbra a orar.—
Consejos sobre la Salud, 421
.