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Tabla de Contenidos
Información sobre este libro | 5 |
Prefacio | 8 |
Contenido | 10 |
Capítulo 1—Dios nos invita a orar | 25 |
Vinculándonos con Dios mediante la oración | 25 |
Jesús nos invita a orar | 25 |
Presentemos a Jesús todas nuestras necesidades | 26 |
Abramos el corazón a un amigo | 26 |
Dios nos da la bienvenida a su trono | 26 |
Una necesidad y un privilegio extraordinario | 27 |
La oración nos capacita para vivir en la luz de su presencia | 27 |
Nuestras oraciones nunca molestan a Dios | 28 |
Un anticipo del cielo | 29 |
La oración refresca el alma | 30 |
Un refugio siempre abierto | 30 |
El secreto del poder espiritual | 30 |
La oración secreta, el alma de la religión | 31 |
Toda oración sincera es oída | 31 |
Los ángeles toman nota de nuestras oraciones e influyen para nuestro bien | 32 |
Como Moisés, podemos disfrutar de una comunión íntima con Dios | 32 |
Oremos con santa audacia | 33 |
Pidamos por nuestras necesidades | 33 |
Pidamos con toda confianza y fe | 34 |
Avancemos, confiando en Dios | 34 |
Capítulo 2—Nuestra necesidad de la oración | 35 |
La oración es tan esencial como el alimento diario | 35 |
Orar es una necesidad espiritual | 35 |
La oración es la vida del alma | 36 |
La oración es necesaria para la salud espiritual | 36 |
El ejemplo de Cristo demuestra la necesidad de la oración | 36 |
Jesús presentó la necesidad de la oración | 37 |
La oración fue una necesidad para Daniel | 37 |
El progreso espiritual depende de la oración | 38 |
La oración: una necesidad diaria | 38 |
La oración nos conecta con el cielo | 40 |
La oración como la primera actividad del día | 41 |
La oración es un deber | 41 |
Cuanto menos deseo sintamos, más debemos orar | 42 |
La oscuridad rodea a quienes olvidan la oración | 42 |
Satanás engaña a quienes no oran | 43 |
Las tentaciones hacen necesaria la oración | 43 |
Ahora debemos orar más que antes | 44 |
Busquemos al señor con todo el corazón | 44 |
Orar no es tiempo perdido | 44 |
Pocos aprecian el privilegio de orar | 45 |
Cuanto más cerca nos hallemos del fin, más debemos orar | 45 |
La victoria se alcanza mediante la sincera oración diaria | 46 |
Debemos separar tiempo para orar | 46 |
Tenemos que pasar mucho tiempo en oración | 46 |
Oremos siempre y como nunca antes | 47 |
La actividad no sustituye a la oración | 47 |
Oremos para obedecer leyes impopulares | 48 |
Se necesita orar para hacer la obra de Dios | 48 |
La oración es necesaria para entender la verdad | 48 |
La oración es necesaria en el hogar | 49 |
La oración es necesaria para conservar nuestros vínculos con Dios | 49 |
La oración es necesaria para la fortaleza espiritual | 49 |
La oración es necesaria para entrar al cielo | 50 |
La oración nos conserva fieles | 50 |
Roguemos por el derramamiento del Espíritu Santo | 50 |
La oración convierte la debilidad en fortaleza | 50 |
Es necesario que oremos en toda circunstancia | 51 |
Capítulo 3—Dios escucha las oraciones | 52 |
Dios escucha las oraciones de los humildes | 52 |
Dios escucha y responde las oraciones | 52 |
Ninguna oración sincera se pierde | 53 |
Dios escucha la intercesión de Jesús mezclada con nuestras oraciones | 55 |
El señor responde siempre, aunque no nos demos cuenta | 55 |
Las respuestas de Dios no siempre son lo que esperamos | 55 |
Dios escucha las oraciones por la conversión de las almas | 56 |
Confiemos plenamente en que Dios escucha nuestras oraciones | 56 |
Capítulo 4—La oración y la ganancia de almas | 58 |
La oración es una parte fundamental del éxito en la ganancia de almas | 58 |
Orar por las almas nos acerca a Dios | 59 |
Es necesario que nos reunamos para orar por la conversión de las almas | 59 |
Todos podemos orar por las almas | 60 |
La oración hace que el esfuerzo personal por la ganancia de las almas tenga éxito | 60 |
La oración por las almas quita de la mente las preocupaciones por las cosas sin importancia | 61 |
Oremos por una mayor eficiencia en la ganancia de almas | 61 |
Se necesita mucha oración para saber cómo aproximarse a alguien con la verdad | 62 |
La oración logra más por la ganancia de las almas que las meras palabras | 63 |
Capítulo 5—Las promesas de Dios y la oración | 65 |
Dios promete escuchar y responder las oraciones | 65 |
Cuando pedimos, Dios responde | 66 |
Jesús es quien presenta al padre nuestras pobres palabras | 66 |
Quienes oran reciben poder adicional | 67 |
Dios responde nuestras oraciones cuándo y cómo lo considera mejor | 67 |
Dios da sabiduría en respuesta a la oración | 68 |
La gracia de Cristo está disponible aun antes de que oremos | 68 |
Podemos reclamar sus promesas con audacia | 68 |
Los ángeles nos ayudan en respuesta a nuestras oraciones | 69 |
El evangelio progresará rápidamente como respuesta a la oración | 69 |
La oración nos dará poder para vencer | 69 |
Las bendiciones serán proporcionales a nuestra fe | 70 |
Capítulo 6—La oración de fe | 71 |
La oración es el medio ordenado por el cielo para vencer el pecado | 71 |
Dios desea hacer grandes cosas por nosotros | 71 |
La oración y la fe harán maravillas | 72 |
La fe tiene que combinarse con nuestras oraciones | 72 |
La oración y la fe se apropian del poder de Dios | 73 |
Nuestras vidas deben estar en armonía con nuestras peticiones | 74 |
Dios acepta la oración sincera de fe | 74 |
Ha de comprenderse la ciencia de la oración | 75 |
Las oraciones privadas sustentan la vida espiritual | 76 |
Pedir con fe proporciona ricas bendiciones | 77 |
La fe reclama la bendición antes de recibirla | 77 |
Si no hay una respuesta inmediata, no desconfíes | 78 |
Oremos confiadamente y dejemos los resultados a Dios | 78 |
Jesús está tan deseoso de escuchar oraciones hoy como cuando estuvo en la tierra | 79 |
La oración expresa los deseos del corazón | 79 |
La oración pone a Dios en acción | 80 |
Dios no puede contestar las oraciones que no se expresan | 80 |
Los ministros deben orar incansablemente | 80 |
El remedio para el desánimo es la fe, la oración y la acción | 81 |
La oración nos dará la victoria frente al enemigo | 81 |
Una oración nunca se pierde, aun si no fue respondida como esperamos | 81 |
El consolador viene en respuesta a la oración de fe | 81 |
Los ángeles llevan nuestras oraciones al santuario celestial | 81 |
La oración sincera frustrará los esfuerzos más arduos de Satanás | 82 |
Capítulo 7—La oración y la obediencia | 83 |
Oración y acción | 83 |
La oración forma parte del plan del cielo para vencer el pecado | 83 |
Las tentaciones de cada día hacen de la oración una necesidad | 83 |
La oración diaria transforma los errores en victorias | 84 |
Cristo es el mediador entre nosotros y Dios | 84 |
Las oraciones no valen si hay iniquidad en el corazón | 85 |
La oración no reemplaza a la obediencia | 86 |
Debemos creer que Dios escucha, y luego poner en práctica nuestras oraciones | 87 |
Oremos por la gracia para resistir la tentación | 87 |
Capítulo 8—La oración victoriosa | 89 |
El señor sabe lo que nos conviene | 89 |
Fervientes y perseverantes en la oración | 89 |
La oración sincera, un gran poder | 90 |
No soltemos la mano de Dios | 90 |
Oración y vigilancia constantes | 91 |
Orar con fervor y sinceridad | 91 |
No es necesario agotarse en oraciones y lágrimas | 92 |
¡Qué extraño que oremos tan poco! | 92 |
Como Jacob, luchemos en oración | 93 |
Luchar en oración hasta alcanzar la victoria | 94 |
Orar sin cesar | 95 |
Sea cada respiración una plegaria | 95 |
Orar con fe y confianza | 95 |
Las oraciones fervientes ascienden como aroma fragante | 96 |
El ejemplo de Cristo que oraba en todo momento | 97 |
El esfuerzo perseverante y la oración nos preparan para los deberes diarios | 97 |
Que nada nos desvíe del estudio de la Biblia y de la oración ferviente | 98 |
La fe como elemento esencial de la oración | 98 |
La oración como evidencia de nuestra confianza en Dios | 98 |
Después de orar, hemos de seguir reclamando las promesas | 99 |
El señor no nos dejará volver vacíos | 99 |
La oración sin una fe viva no logra nada | 99 |
La gran fortaleza del cristiano | 100 |
Orando se alcanzan las mayores victorias | 101 |
Capítulo 9—El poder de la oración | 102 |
La oración aumenta la fortaleza espiritual | 102 |
No valoramos debidamente el poder de la oración | 103 |
Todo el poder divino a nuestro alcance | 103 |
Una sencilla oración puede proporcionarnos un gran poder | 104 |
El triunfo en el conflicto con el pecado | 104 |
Fortaleza frente a las tentaciones de Satanás | 105 |
La oración pone a la deidad en acción | 105 |
Nuestras voces llegan a los oídos de Dios | 106 |
Las mayores victorias se logran con oración ferviente | 106 |
La alabanza y la gratitud confieren poder a nuestras oraciones | 107 |
El poder de la oración produce frutos en nuestra obra para Dios | 107 |
Satanás no puede vencer a quien ora | 108 |
La oración fue la fuente del poder de la reforma | 108 |
Capítulo 10—Razones para orar | 110 |
La oración ilumina la mente con la verdad | 110 |
Nos permite conocer al padre y nos une a él | 110 |
Poder para resistir la tentación | 111 |
Nos prepara para ser miembros de la iglesia celestial | 111 |
Refuerza nuestras convicciones | 111 |
Suple nuestras necesidades temporales | 112 |
Orar no es informar a Dios | 112 |
Nos proporciona gracia diariamente | 112 |
Unida al estudio de la Biblia para vencer la tentación | 113 |
Nos habilita para recibir el bautismo del Espíritu Santo | 113 |
Satisface nuestras necesidades diarias | 114 |
Las oraciones respondidas son motivo de alabanza y gratitud | 114 |
Nuestro carácter puede ser transformado | 115 |
Aumenta nuestra comprensión de la palabra de Dios | 115 |
Capítulo 11—Oraciones respondidas | 117 |
Si pedimos, Dios responde | 117 |
Las bendiciones de Dios como resultado de una fe humilde | 118 |
Oremos con la sencillez y la fe de un niño | 118 |
Oremos y creamos | 119 |
Oremos con fe y las respuestas llegarán | 120 |
El señor prometió dar respuesta a toda oración ferviente | 121 |
Condiciones para que una oración sea respondida | 122 |
La oración no sirve de nada si la vida no concuerda con ella | 124 |
La alabanza debe acompañar a la oración para recibir respuesta | 125 |
La infidelidad en la mayordomía una causa de oraciones no respondidas | 125 |
Ofendemos al señor cuando reclamamos sus promesas sin cumplir las condiciones | 125 |
Orar no es dar órdenes a Dios | 126 |
La respuesta no siempre es inmediata | 126 |
El señor no responde siempre como esperamos, sino siempre para nuestro bien | 130 |
Dios responde las oraciones en el momento adecuado | 131 |
Pidamos con insistencia, aun cuando la respuesta no llegue | 132 |
Demora en la respuesta para revelar nuestro egoísmo | 132 |
Las oraciones aparentemente no respondidas pueden ser una gran bendición | 133 |
Cuando no nos da lo que pedimos es porque tiene algo mejor para nosotros | 134 |
Cooperar con Dios en respuesta a nuestras oraciones | 134 |
Las oraciones hechas sin convicción no pueden recibir respuesta | 135 |
La solicitud de perdón siempre tiene respuesta inmediata | 135 |
Cristo presenta nuestras oraciones al padre como si fueran suyas | 136 |
Agradecimiento y alabanza por las oraciones respondidas | 136 |
Capítulo 12—Oración y reavivamiento | 138 |
El reavivamiento como respuesta a la oración | 138 |
La oración nos conecta con Dios | 139 |
Nuestras oraciones ascienden bañadas en la sangre purificadora de Cristo | 139 |
La presencia de Jesús cuando oramos | 139 |
El derramamiento del Espíritu Santo en el Pentecostés como respuesta a la oración | 140 |
Orar por la lluvia tardía | 141 |
Satanás teme que el pueblo de Dios ore pidiendo el Espíritu Santo | 142 |
El espíritu acompaña cada oración sincera | 142 |
La oración sin un servicio ferviente al prójimo se convierte en formalismo | 143 |
La madurez espiritual depende de la oración | 143 |
Capítulo 13—Hombres y mujeres de oración | 144 |
Capítulo 14—La oración diaria | 176 |
Tan esencial como nuestro alimento diario | 176 |
Empezar el día orando | 176 |
Dedicar cada día tiempo a la oración | 178 |
Orar a diario para vencer a Satanás | 178 |
Orar cada día por nuestras necesidades físicas y espirituales | 179 |
Al igual que los primeros cristianos, hemos de solicitar diariamente el Espíritu Santo | 180 |
Gracia para las necesidades cotidianas | 181 |
Orar diariamente pora comprender la Biblia | 181 |
Orar todos los días por la bendición que trae el sábado | 182 |
La oración diaria de los padres y de los hijos | 182 |
Todo maestro necesita orar a diario | 183 |
Un hijo de Dios ora todos los días | 183 |
La vida de oración diaria requiere un esfuerzo ferviente | 184 |
Los ángeles anotan la oración matutina | 184 |
Que nada ni nadie nos impida orar | 185 |
Nuestras oraciones cotidianas ascienden al cielo como suave incienso | 186 |
La oración, nuestra primera y principal tarea cotidiana | 187 |
Capítulo 15—El ejemplo de Jesús en la oración | 188 |
Al igual que Jesús, empecemos el día orando con fervor | 188 |
Si Jesús, estando en la tierra, tenía que orar, cuánto más nosotros | 188 |
La fortaleza de Jesús como fruto de la oración | 189 |
La oración fortalecía a Cristo ante las pruebas | 191 |
La oración vivificaba a Jesús | 192 |
La oración sustentaba la vida espiritual de Jesús | 192 |
La vida de oración de Jesús, el secreto de su poder | 193 |
Como hombre Jesús sentía la necesidad de la oración | 193 |
Jesús tomaba tiempo para la oración sin importar lo ocupado o cansado que estuviera | 195 |
Jesús tenía lugares y momentos especiales para orar | 195 |
Jesús oraba por nosotros | 195 |
Los discípulos de Jesús impresionados por sus hábitos de oración | 196 |
El padrenuestro, la oración modelo | 196 |
Jesús se arrodillaba para orar | 197 |
Jesús nuestro ejemplo | 197 |
Capítulo 16—La oración privada | 198 |
La oración privada es esencial | 198 |
La necesidad de orar y velar en todo momento y circunstancia | 199 |
La oración nos lleva a la presencia de Dios | 200 |
Más oración personal | 200 |
El pueblo de Dios descuida la oración personal | 201 |
La oración esporádica nos desconecta de Dios | 201 |
Importancia y necesidad de la oración privada | 202 |
No confundir la oración privada con la pública | 203 |
La oración personal nos ayuda a conocernos | 204 |
Orar para mejorar nuestro carácter | 204 |
La fortaleza espiritual que proporciona la oración privada | 205 |
Dios acepta la oración mental | 205 |
Orar para testificar | 205 |
Es necesario orar y actuar | 206 |
Utilicemos un lenguaje sencillo en la oración | 207 |
Es nuestro privilegio arrodillarnos para orar | 207 |
El peligro de los entretenimientos que nos descalifican para la oración privada | 207 |
Dios nos ve en nuestro lugar secreto | 207 |
Ninguna oración se pierde | 208 |
Capítulo 17—La oración en el círculo del hogar | 210 |
La familia debe orar unida cada mañana | 210 |
Cada familia debería tener una hora fija para la oración matutina y vespertina | 212 |
Cada hogar una casa de oración | 212 |
La oración familiar nos lleva a la misma presencia de Dios y nos fortalece | 212 |
El lenguaje sencillo es el más apropiado para la oración | 213 |
Enséñese a los niños a respetar la hora de la oración | 213 |
Es mejor ofrecer en casa las oraciones por nuestra familia | 213 |
El señor no aceptará un culto familiar que haya llegado a ser mero formalismo | 214 |
Los padres deben orar pidiendo sabiduría para criar a sus hijos | 214 |
La importancia de las oraciones de la madre | 216 |
Necesitamos orar en familia, en público y en privado | 217 |
Capítulo 18—La oración y la adoración | 218 |
La oración y la adoración esenciales para el crecimiento espiritual | 218 |
La santidad del momento, el lugar de la oración y la adoración pública | 219 |
Las oraciones públicas no deben ser largas ni secas | 219 |
Las oraciones largas convierten en desagradable el culto | 221 |
Las oraciones públicas deben ser hechas con voz distinta, clara, y con lenguaje sencillo | 223 |
Orden en la oración y el canto | 224 |
La reverencia en la oración | 224 |
El privilegio de arrodillarnos en la oración pública | 224 |
La oración pública no es suficiente | 226 |
Capítulo 19—Las actitudes en la oración | 227 |
Apropiadas para la oración pública | 227 |
Arrodillarse para la oración induce a la reverencia | 229 |
Los ministros deben postrarse en oración antes de predicar | 231 |
No siempre se requiere que nos arrodillemos para orar | 232 |
La oración genuina no depende de la hora, ni del lugar ni de las circunstancias | 233 |
Las oraciones en público deben ser claras, cortas y en tono natural | 235 |
Disciplinemos la mente a que preste atención durante la oración | 235 |
La oración no es necesario que sea larga ni en voz alta, ni para dar órdenes a Dios | 236 |
Oremos con fe y con sinceridad | 236 |
Capítulo 20—Orar en el nombre de Jesús | 237 |
En la oración, el nombre de Jesús es el vínculo entre la humanidad y Dios | 237 |
Qué significa orar en el nombre de Jesús | 238 |
Dios nos invita a acudir a él en el nombre de Jesús | 239 |
Oremos tanto en el nombre de Jesús como también por la inspiración del Espíritu Santo | 239 |
Podemos acercarnos a Dios con confianza por el nombre de Jesús | 240 |
Dios honrará al nombre de Jesús en nuestras oraciones | 240 |
Capítulo 21—La dirección divina y la oración | 242 |
Podemos aprender cuál es la voluntad de Dios a través de la oración | 242 |
Oremos pidiendo la dirección de Dios | 242 |
Orar pidiendo dirección divina en cualquier momento y lugar | 243 |
Los ángeles están cerca para proporcionar ayuda mientras oramos en solicitud de la dirección divina | 244 |
Todo lo que necesitemos pidámoslo en oración | 244 |
Los padres deben orar pidiendo la dirección divina | 245 |
Si estamos dispuestos a ser guiados podremos conocer la voluntad divina | 245 |
Hay que escudriñar las escrituras con oración pidiendo la dirección divina | 245 |
Si confiamos en Dios él enderezará nuestro camino | 246 |
Eliezer pidió, y recibió, la dirección divina | 247 |
Capítulo 22—La oración por los enfermos | 248 |
Orar por los enfermos con fe serena | 248 |
La oración por los enfermos, tan importante y efectiva ahora como en los tiempos bíblicos | 250 |
La oración por los enfermos y la voluntad de Dios | 251 |
La respuesta a las oraciones por los enfermos | 253 |
Fe perseverante al orar por los enfermos | 253 |
La oración por sanidad tiene que ir acompañada de la confesión de los pecados | 254 |
En la oración por los enfermos hemos de evitar la presunción y el fanatismo | 254 |
Al orar por los enfermos, tomar medidas apropiadas no supone una negación de la fe | 256 |
El tratamiento médico junto con la oración por sanidad | 256 |
Confiar en Dios sea cual fuere el desenlace del caso | 257 |
Capítulo 23—La oración pidiendo perdón | 258 |
Capítulo 24—La oración intercesora | 263 |
La oración por otros | 263 |
Oremos por bendiciones a fin de poder bendecir a otros | 265 |
Intercedamos por otros en la oración privada | 266 |
Oremos por los que predican y ministran | 266 |
Orar por los jóvenes de la iglesia | 266 |
Los maestros de Escuela Sabática han de orar por los miembros de su clase | 267 |
Los alumnos han de orar por sus maestros | 267 |
Oremos por nuestros hermanos en la fe | 267 |
Los padres deben orar por sus hijos | 267 |
Capítulo 25—Los ángeles y la oración | 271 |
Los ángeles registran cada oración sincera | 271 |
Los ángeles escuchan nuestras oraciones y las llevan al cielo | 271 |
Los ángeles esperan para responder a nuestras oraciones | 272 |
Hay ángeles encargados de contestar las oraciones | 273 |
Los ángeles anotan nuestras oraciones y nos proporcionan auxilio | 275 |
Dios envía refuerzos de ángeles para auxiliarnos en respuesta a la oración | 275 |
Las oraciones largas cansan a los ángeles | 277 |
Los ángeles nos enseñarán a orar | 277 |
Los ángeles se sorprenden de que los seres humanos oremos tan poco | 277 |
Capítulo 26—Oraciones falsas | 278 |
No podemos acercarnos a Dios en oración livianamente | 278 |
Oraciones hipócritas | 278 |
Oraciones que proyectan sombras y no edifican | 278 |
Esperar que nuestras oraciones sean contestadas únicamente de la manera que queremos es presunción | 279 |
La oración no tiene méritos en sí misma para limpiar el pecado | 279 |
La oración no es evidencia de conversión si la vida no ha cambiado | 280 |
La oración no sustituye a la obediencia | 281 |
La oración apurada y ocasional no es una verdadera comunión con Dios | 282 |
Dios aborrece las oraciones egoístas | 282 |
Las oraciones secas y áridas no ayudan a nadie | 283 |
Advertencia contra oraciones cuyo centro es el yo | 283 |
Contraste entre las oraciones genuinas y las falsas | 284 |
Capítulo 27—Satanás y la oración | 286 |
Satanás intenta obstruir nuestras oraciones para impedir nuestro acceso a Dios | 286 |
No permitamos que las sugestiones satánicas nos impidan orar | 287 |
La oración frustra los esfuerzos más arduos de Satanás | 288 |
Satanás tiembla cuando oramos | 288 |
La oración prevalece contra Satanás | 289 |
La oración ferviente enfurece a Satanás | 290 |
Satanás se alegra cuando se ofrecen oraciones que no se entienden | 290 |
Satanás intenta convencernos de que la oración no es necesaria | 291 |
Capítulo 28—La oración en los últimos días | 293 |
Ahora más que nunca es necesario que oremos | 293 |
Nuestra responsabilidad de orar por más años de gracia | 293 |
Orar en tiempos de paz preparará al pueblo de Dios para los tiempos de prueba en el fin | 294 |
La oración nos ha de salvaguardar hasta el fin | 295 |
Un grupo pequeño orará por la iglesia en sus momentos de mayor peligro | 296 |
Orar por el espíritu cuando llegue la lluvia tardía | 296 |
La oración es la única protección del cristiano en el fin | 296 |
El pueblo de Dios orará y prevalecerá al final como Jacob | 297 |
Capítulo 29—El privilegio de la oración | 299 |
Capítulo 30—El padrenuestro | 308 |
“Vosotros, pues, oraréis así”—Mateo 6:9 | 308 |
“Cuando oréis, decid: padre nuestro”—Lucas 11:2 | 309 |
“Santificado sea tu nombre”—Mateo 6:9 | 311 |
“Venga tu reino”—Mateo 6:10 | 312 |
“Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”—Mateo 6:10 | 313 |
“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”—Mateo 6:11 | 313 |
“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”—Mateo 6:12 | 315 |
“No nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal”—Mateo 6:13 | 318 |
“Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria”—Mateo 6:13 | 320 |
Capítulo 31—Recibir para dar | 322 |
Capítulo 32—La fe y la oración | 331 |