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La Oración
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por
ti, oh Dios, el alma mía”. “Yo he anhelado tus mandamientos”. “He
deseado tu salvación”. “Anhela mi alma y aun ardientemente desea
los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo”.
“Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo”.
Salmos 42:1
;
119:40, 174
;
84:2
;
119:20
. Este es el espíritu de la
oración de lucha, como lo tenía el rey salmista.
Daniel oró a Dios, sin ensalzarse a sí mismo ni pretender bon-
dad alguna: “Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y
haz; no pongas dilación, por amor a ti mismo, Dios mío”. Esto es
lo que Santiago llama la oración eficaz y ferviente. De Cristo se
dice: “Estando en agonía oraba más intensamente”. ¡Qué contraste
presentan con esta intercesión de la Majestad celestial las débiles y
tibias oraciones que se ofrecen a Dios! Muchos se conforman con el
servicio de los labios, y pocos tienen un anhelo sincero, ferviente
y afectuoso por Dios.—
En Lugares Celestiales, 73
;
Testimonios
[91]
Selectos 3:386
.
No es necesario agotarse en oraciones y lágrimas
Muchas almas hay que luchan por alcanzar grandes victorias
y bendiciones especiales para poder cumplir grandes hechos. Para
alcanzar su propósito, creen que es necesario agotarse en oraciones
y lágrimas. Cuando esas personas escudriñen las Escrituras con ora-
ción para conocer la expresa voluntad de Dios, y luego la cumplan de
todo corazón y sin ninguna reserva o complacencia propia, entonces
hallarán descanso. Sus angustias, sus lágrimas y sus luchas no les
procurarán el descanso que anhelan. Ellas deben hacer la entrega
completa de su personalidad. Deben hacer lo que les venga a mano,
apropiándose de la abundante gracia que Dios promete a los que
oran con fe.—
Testimonios para la Iglesia 9:132
.
¡Qué extraño que oremos tan poco!
Y si el Salvador de los hombres, el Hijo de Dios, sintió la nece-
sidad de orar, ¡cuánto más nosotros, débiles mortales, manchados
por el pecado, no debemos sentir la necesidad de orar con fervor y
constancia!