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La Oración
divinamente. Cuando los que viajan, por mar o por tierra, se ven
amenazados por algún grave peligro, pueden entregarse así a la pro-
tección del cielo. En momentos de dificultad o peligro repentino,
el corazón puede clamar por ayuda a Aquel que se ha comprome-
tido a acudir en auxilio de sus fieles creyentes cuando quiera que
le invoquen. En toda circunstancia y condición, el alma cargada de
pesar y cuidados, o fieramente asaltada por la tentación, puede hallar
seguridad, apoyo y socorro en el amor y el poder inagotables de un
Dios que guarda su pacto.—
La Historia de Profetas y Reyes, 466,
467
.
[59]
Cuando pedimos, Dios responde
Forma parte del plan de Dios concedernos, en respuesta a la
oración hecha con fe, lo que no nos daría si no se lo pidiésemos
así.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 580
.
Dios oye la oración. Cristo dijo: “Si algo pidierais en mi nombre,
yo lo haré”. También dijo: “Si alguno me sirviere, mi Padre le
honrará”.
Juan 14:14
;
12:26
. Si vivimos conforme a su Palabra, se
cumplirán en nuestro favor todas sus promesas. Somos indignos de
su gracia; pero cuando nos entregamos a él, nos recibe. Obrará en
favor de los que le siguen y por medio de ellos.—
El Ministerio de
Curación, 172, 173
.
Cuando pidáis a Dios que os ayude, honrad a vuestro Salvador
creyendo que recibís su bendición. Todo poder y toda sabiduría están
a nuestra disposición. No tenemos más que pedir.—
El Ministerio de
Curación, 412
.
Dios tiene un cielo lleno de bendiciones que quiere otorgar a
aquellos que buscan seriamente la ayuda que solo el Señor puede
proveer.—
Dios nos Cuida, 22
.
Jesús es quien presenta al padre nuestras pobres palabras
Cada oración sincera es oída en el cielo. Tal vez no sea expresada
con fluidez; pero si procede del corazón ascenderá al santuario donde
Jesús ministra, y él la presentará al Padre sin balbuceos, hermosa y
fragante con el incienso de su propia perfección.—
El Deseado de
Todas las Gentes, 620
.